martes, 7 de febrero de 2012

PLACERES VERANIEGOS

Cuando en Europa estáis con los termómetros bajo cero y sin quitaros la bufanda, en este lado del mundo estamos tomando cervecitas heladas mirando el mar. Pero no os preocupéis los que soñáis con el verano: todo llega y vuestra primavera está a la vuelta de la esquina.

Como no hay paraíso perfecto, he de decir que nosotros aquí vamos a la playa, pero no solemos pasar de remojarnos los pies en la orilla. El agua está demasiado fría para estas dos almas del Mediterráneo.
Además, ¡hay tiburones!

El sábado estuvimos paseando de St. James a Kalk Bay, dos pueblecitos costeros, y nos encontramos con una caseta para avistar tiburones y con la señal de bandera roja.

Según la señal que podéis ver aquí, hay cuatro tipos de bandera: la verde, que significa que las condiciones de avistamiento son óptimas -igual eso debe de tranquilizar-; la negra, mala visibilidad; la roja, alerta de tiburones y la blanca, que significa que sonará una alarma porque han visto un tiburón merodeando y es mejor que salgas inmediatamente del agua.



No sé cómo lo veis, pero yo casi prefiero bañarme tranquilamente en la piscina. Al fin y al cabo lo más que me ha mordido a mí en una playa ha sido una medusa; y solo eso fue bastante desagradable.

Otra actividad totalmente veraniega, y libre de tiburones, es ir de picnic. A los sudafricanos les encanta y a nosotros también.

El domingo pasado estuvimos en el De Waal Park, muy cerca de donde vivimos. Cantaban los Gugulethu Tenors, cuatro voces negras bien educadas que lo mismo te cantaban el "O sole mio", que una de Miriam Makeba.



Si queréis oírlos pinchar AQUÍ, merece la pena conocerles.

Estos chicos me emocionan con sus fantásticas voces y su sueño hecho realidad: de la township de Gugulethu a los teatros de opera. ¿Quién dijo "límites"? Además cantan en italiano, español, xhosa, africaans e inglés. Por lo que respecta al italiano y al español, su pronunciación es perfecta.

El parque estaba a rebosar.





Con el Monte Mesa y sentada en la hierba estaba en Sudáfrica, pero si cerraba los ojos mi corazón volaba a mi amada Italia.

Por la noche fuimos a cenar con nuestros amigos Edu y Sbo y celebramos que están esperando el nacimiento de su primer hijo o hija para dentro de unos meses.
Subimos a lo alto del hotel Ritz en Sea Point, tienen un restaurante giratorio con unas vistas estupendas. Tenemos que volver otro día para ver el atardecer desde allí, era ya de noche cuando llegamos. Aún así, contemplamos el reflejo de la luna sobre el mar, la silueta de la montaña recortada contra el cielo y las luces de la ciudad...

3 comentarios:

  1. Uauuu¡, que buena pinta tiene todo lo que explicais, seguro que NO estais de vacaciones?
    Y lo de las banderitas tiene miga, falta la amarilla que podria significar algo así como: "Apta para aprender a esquivar tiburones"
    Marga

    ResponderEliminar
  2. Pues sí, el tiempo es estupendo: días largos y soleados. Eso levanta la moral.

    Y NO, no estamos de vacaciones :-) En una pescadería de Hermanus me encontré con una cita atribuida a Confuncio que decía: "Si haces el trabajo que te gusta, no tendrás que preocuparte por tener que ir a trabajar el resto de tu vida".

    Me gustó el pensamiento.

    ResponderEliminar