Casi en cada calle de nuestro barrio hay una o dos casas con un árbol frangipani.
Los frangipani dan en abundancia unas flores preciosas, que poseen además un olor delicado y duradero.
Las flores caen al suelo exuberantes y hermosas. Da pena pisarlas.
Por el nombre pensé que venían de Asia. Sin embargo, parece más bien que proceden de la América tropical. Y lo de "frangipani" es por un noble italiano que en el s.XVI creo un perfume usando como base la fragancia de esta planta.
Cuando volvemos a casa nos gusta recoger las flores más hermosas del suelo. Tenemos nuestros árboles preferidos y los días que hay suerte no damos abasto para seleccionar entre tantas. Literalmente volvemos con las manos llenas. Luego las ponemos en boles con agua y nos sentimos ricos: inundados de esa belleza delicada que se entrega tan generosamente.
Preciosas flores... y si además huelen bien ya es la bomba!!!
ResponderEliminarRecuerdo esas flores por su luminosidad. Las flores suelen dar alegria o fragancia o incluso compañia, pero estas iluminaban la estancia.
EliminarPor eso me sorprendieron, por su luz.
Marga
Huelen muy bien, aunque tienes que hundir tus narices en los pétalos. Su aroma es del tipo suave, no invasivo :-)
ResponderEliminarY sí, irradian la luz incluso cuando están en el suelo. Caen de las ramas tan hermosas como si acabaran de nacer.