Hemos estado regresando todo este tiempo, por eso no hemos escrito ninguna entrada en el blog.
Cuesta mirar atrás y pensar en nuestra vida en Ciudad del Cabo: una cotidianidad ha suplantado a otra.
También es verdad que, desde la distancia y echando de menos todo aquello, me doy cuenta de que en el fondo no hemos dejado nada, siguen con nosotros los amigos, las experiencias y las ganas de seguir recorriendo un camino que nos llevará de aquí allá, pasando por muchos muchos lugares (al menos eso espero).
A Sudáfrica volveremos. ¿Cómo puede ser de otra manera? Jose, de hecho, ya está preparando un viaje de seis semanas para hacer trabajo de campo y asistir a un congreso en Pitermaritzburg entre los meses de abril y mayo.
Pero antes de volver, hicimos una fiesta de despedida. Compramos un mantel de algodón y pinturas de colores para pedirle a los amigos, perros y gato que, entre bocado y bocado, nos dejaran sus huellas.
Y aquí están, bien visibles, las manos de aquellos que siempre sentimos cerca:

No vamos a cerrar este blog, aunque ya no lo actualizaremos tan a menudo, ahora nos centraremos en otro blog que teníamos un poco dormido y al que, por supuesto, os invitamos a participar: ESCUCHANDO CON LOS OJOS
En cualquier caso GRACIAS por acompañarmos en nuestra experiencia de dos años, y un poquito más, en la preciosa tierra del Cabo.
Un abrazo,
Jose y Helena