miércoles, 4 de mayo de 2011

EL FESTIVAL DEL CEDERBERG

El fin de semana pasado estuvimos en Clanwillian para el Festival del Cederberg 2011.

Teníamos allí dos sesiones de nuestra Liana de los cuentos. En esta ocasión llevábamos todo cuentos africanos y objetos realmente bonitos comprados aquí y allí en mercadillos, o regalados por amigos. Incluso la cesta donde guardamos la liana, "en la que caben todas las historias del mundo", es de Burkina Faso y tiene el borde lleno de cauríes.

El lugar donde contamos se llamaba Yelow Aloe, el Aloe amarillo. Es un sitio con un jardín precioso, incluso hay un árbol con objetos colgados de las ramas. ¿La liana de otro narrador? Seguro que cada objeto tenía una historia, aunque nosotros solo pudimos jugar a adivinarla.



Lo mejor de todas formas fue el ambientillo que se respiraba en la calle. El sábado hubo un concurso de Reel Dance. Es la música que nos acompañó durante parte de nuestro viaje por el Karoo.

Es un baile muy popular entre los llamados "coloured" (la comunidad de ascendencia khoi y bosquimana) y nos encanta. Hace unos años David Kramer realizó un viaje por las tierras del Karoo buscando músicos tradicionales y luego hicieron un disco y varios conciertos apoteósicos. El disco se llama Karoo kitaar blues.



Tomaros un par de minutos para ver la web http://www.davidkramer.co.za/karoo.htm. Desde aquí incluso podeis ver y disfrutar el mágico sonido de músicos como Hannes Coetzee que toca los acordes de la guitarra con una cuchara en la boca y crea un sonido increíble.

¡Y por la calle principal de Clanwillian desfilaron las majorettes! ¿Os acordáis? Cuando eramos pequeños eran muy populares en España, pero ahora hace mil años que no las veo.



Entre todo el batiburrillo de músicas, comidas y puestecillos con globos, pendientes, ropa, bolsas, etc también estaban los que poseen la llave para la salvación del mundo.



Ya alejados del mundanal ruido, se nos concedió el lujo de visitar varios abrigos rupestres de la mano de nuestro amigo y arqueólogo John Parkington, en compañía de su mujer Sandy, de su hija Alice y su amiga Sandra.

El rupestre es un arte en relación con el paisaje. No puedes sentir lo mismo cuando lo ves en un museo. Tienes que estar allí, en la cueva o en la colina de las doleritas para sentirte a medio camino entre el cielo y la tierra.

Cuando vimos esta figura alargada, saludando con la mano, fue como si la sombra de nuestros antepasados nos hiciera señas desde el otro lado, más allá del tiempo y del espacio.

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