viernes, 28 de septiembre de 2012

REFLEJOS


Tomé esta foto desde el comedor de casa hace una hora. La luna está llena, o casi llena.

¿Verdad que hay conexiones secretas que se desvelan sólo en raros momentos?

martes, 25 de septiembre de 2012

Cosas que pasan cuando cuentas

Ayer, en Sudáfrica, fue jornada festiva: el Heritage day, el día del Patrimonio. Eso significa que durante toda esta semana se celebran muchas actividades culturales y la mayor parte de los museos son gratis.

Nosotros teníamos una sesión de cuentos en el Iziko South-African Museum , que es un museo de historia natural y etnografía.


Vadeando entre historias era el título de nuestra sesión y la idea era ir recorriendo distintas áreas del museo, parándonos ante de determinadas vitrinas para contar cuentos relacionados con su contenido.

La sesión nos tenía muy ilusionados porque contar, por ejemplo, metido entre los huesos enormes de una ballena o delante de una pintura rupestre es algo que ya de por sí motiva bastante.

Ya nos habían advertido además de que ese día el museo se llena de visitantes de todas las edades. Ahora podemos decir que es cierto: aquello parecían las Ramblas y costaba pasar de una sala a otra.

Nos dieron dos micros (no precisamente de última generación), pero uno de ellos no funcionaba. Cosas que pasan… Eso hizo que tuviéramos que ir cambiándonos el micro constantemente. Pero, bah…, pelillos a la mar, ahí estaban nuestros oyentes: niños y adultos de las más diversas procedencias étnicas y culturales, y nadie tenía prisa. Era el momento de escuchar historias, sentados en el suelo y rodeados de vitrinas que encierran, en la mayoría de los casos, objetos de hace mucho tiempo, que con solo mirarlos ya te pasarías horas pensando quién los hizo y para qué…


El problema surgió al pasar a la parte de los animales, al mundo marino, enormes tortugas suspendidas en el aire y encerradas en luces azules y naranjas. Fantástico para dejarnos llevar de la mano de Urasima Taro al palacio de la Princesa del Mar.

Cuando acabé de narrar, pensé que lo mejor era emplazar a la gente en el lugar donde tendría lugar el siguiente cuento: la zona de las focas.

Os juro que las focas antes de ayer estaban en su lugar habitual: encerradas en una vitrina al lado de los enormes huesos de varias ballenas. Sin embargo, y por mucho que miramos… ¡allí no estaban!


En su lugar había una vitrina perfectamente vacía. En realidad la situación es ideal para contar lo que te dé la gana, ¿no? Las posibilidades son ENORMES. Aquello era el regalo del traje del emperador. Lo malo es que nuestros oyentes se desperdigaron siguiendo a un flautista de Hamelín completamente fantasma.

“¿Dónde están las focas, mami?” Me parece estar oyendo todavía.

Nos quedamos con tan solo cuatro oyentes y acabamos sin micros y encerrados, como Jonás, en el vientre de una ballena donde los ruidos exteriores no perturbaban el silencio interior de la bestia. Fue mágico y fue raro. Incluso yo perdí la voz.

Es cierto que nos sentimos desconcertados y que el final de la sesión debió de ser abrupto para la mayoría de la gente. Pero hoy me pregunto si muchos padres con los niños se perdieron en el museo de la mano de las historias, cada uno siguiendo un rastro, sin posibilidad de equivocarse. El narrador se desvanece, pero las historias continúan…

Tal vez, tal vez, alguno incluso pensó que lo habíamos hecho a posta…

miércoles, 19 de septiembre de 2012

INGRID JONKER


Hoy la poetisa sudáfricana Ingrid Jonker hubiera cumplido 79 años. Pero se suicidó ahogándose en el mar cuando tenía tan solo 31 años.

Corría el año 1965 y la Sudáfrica de entonces era muy diferente de la de ahora. Todavía en pleno apartheid, la política de segregación racial hacía que unos pocos tuvieran todos los privilegios sobre una mayoría que, por no tener, no tenía ni siquiera el derecho de moverse de un barrio a otro sin un pase escrito.

Ingrid tenía una personalidad muy compleja y atormentada. Parece que las malas relaciones con su padre la marcaron toda su vida. Pero su poesía es tan poderosa que ha sobrevivido el paso del tiempo. Incluso cuando habla de casos concretos, consigue despegarse del hecho histórico y mirar más allá.

Nelson Mandela leyó uno de sus poemas más famosos "The child is not dead" (Die kind wat doodgeskiet is deur soldate by Nyanga) en la primera apertura democrática del parlamento en mayo de 1994. Como él dijo: Ingrid Jonker, quién escribió en afrikaans, era a la vez afrikaaner y africana.

Este poema lo compuso después de ver, por casualidad, una manifestación en la township de Nyanga donde un grupo de gente reclamaba el derecho a moverse en libertad, sin usar pases, la policía cargó contra los manifestantes y un niño resultó muerto. Ni fue el primer niño, ni sería el último.

Podéis leer el poema en inglés y en castellano, traducido por Jose (que hace además sus pinitos con el afrikaanks), pero os invito también a escuchar la lectura de Mandela pinchando AQUÍ

The child is not dead
The child lifts his fists against his mother
Who shouts Afrika ! shouts the breath
Of freedom and the veld
In the locations of the cordoned heart

The child lifts his fists against his father
in the march of the generations
who shouts Afrika ! shout the breath
of righteousness and blood
in the streets of his embattled pride

The child is not dead not at Langa nor at Nyanga
not at Orlando nor at Sharpeville
nor at the police station at Philippi
where he lies with a bullet through his brain

The child is the dark shadow of the soldiers
on guard with rifles Saracens and batons
the child is present at all assemblies and law-givings
the child peers through the windows of houses and into the hearts of mothers
this child who just wanted to play in the sun at Nyanga is everywhere
the child grown to a man treks through all Africa
the child grown into a giant journeys through the whole world

Without a pass

El niño asesinado por los soldados en Nyanga

El niño no ha muerto
el niño levanta el puño contra su madre
que grita ¡África! grita el olor
a libertad y a brezo
en los emplazamientos del corazón acordonado

El niño levanta el puño contra su padre
en la marcha de las generaciones
que gritan ¡África! gritan el olor
a justicia y a sangre
en las calles de su orgullo armado

El niño no ha muerto
ni en Langa ni en Nyanga
ni en Orlando ni en Sharpeville
ni en la comisaría de Philippi
donde yace con una bala en la cabeza

El niño es la sombra oscura de los soldados
en guardia con fusiles blindados y porras
el niño está presente en todas las asambleas y legislaturas
el niño escruta desde las ventanas de las casas y dentro del corazón de las madres
el niño que sólo quería jugar al sol en Nyanga está en todas partes
el niño hecho hombre recorre toda África
el niño hecho gigante recorre todo el mundo

Sin un pase

viernes, 14 de septiembre de 2012

Wallett's Circus

Hace más de un año que me topé con este anuncio:


Se publico en abril de 1883 en el periódico Diamond Field y anunciaba la llegada de un circo a la ciudad de Kimberley.

El Sr. W.H. Wallett era su propietario y dejaba bien claro en la parte de abajo del anuncio:
"On and after this day Mr. Wallett does not hold himself responsible for any Debts contracted by any member of the Company without a written order. Signed by himself".

Es decir que el Sr. Wallet no se hará cargo de ninguna deuda contraída por un miembro de su compañía a no ser que previamente fuera con una orden escrita. Firmado por sí mismo.

Me hizo mucha gracia la apostilla porque me hizo pensar que igual era frecuente que alguien de su compañía (o fingiendo serlo) se presentara en una tienda, en un bar o en restaurante y a la hora de pagar dijera "le pasan la nota al jefe, que él se hará cargo".

Igual hubiera quedado ahí la cosa, sino no hubiera seguido leyendo las ediciones sucesivas de Diamonds Field. Al cabo de una semana aparece otra noticia y esta vez en la página de sucesos. Tres tipos: Charlie, Jim y Sam entraron en la casa de William John Wallet con la intención de robar. ¿Y qué robaron? ¡Entradas para el circo! Fueron pillados "in fraganti" por el hijo del Sr. Wallet y llevados ante el juez.


Cuando se lo comenté a Jose me dijo que tal vez era una estrategia de marketing para hacerse publicidad. Algo así como pagamos a los ladrones para hacer ver lo valiosas que son nuestras entradas. Tal vez, pero creo que es demasiado sofisticado para el s.XIX. Más bien creo que el circo levantó enormes expectativas en la ciudad de los diamantes.

Las críticas de la época les ponen muy bien (aunque también dicen que la música era mejorable) y el circo debía de ser bastante impresionante: una carpa con capacidad para albergar a 1000 personas.

El tipo de espectáculo estaba basado en números con caballos, acrobacias y pantomimas, que atraían a todo tipo de personas. El Sr. Wallet actuaba como ring-master y entrenador de caballos.

Actuaban cada día y eso significaba una continua renovación de números para seguir manteniendo la atencion del público.

En pocas semanas levantaron bastante revuelo. Coincidieron con elecciones municipales en la ciudad de Kimberly, el cómite electoral de uno de los postulantes, el Sr. G.G.Wolf, les contrató en alguna ocasión como parte de su estrategia para conquistar votantes.


Y durante las semanas siguientes el circo siguió atrayendo a gente: niños de la ciudad que actúan en algunas de las pantomimas, concursos de monta de caballos, boxeo y premios a los espectadores con más ingenio y mejor vestidos.

Hasta que finalmente llegan a las últimas actuaciones durante la semana del 23 de mayo de 1883. Desmontan. Venden buena parte del material en subasta pública y siguen su recorrido por una Sudáfrica muy diferente a la de hoy y que me recuerda un poco al lejano oeste norteamericano.

Buscamos en la actual Kimberley la encrucijada donde se asentó el circo, entre Dutoistpan Road y Currey Street, nada hace imaginar una enorme carpa circense hoy, pero en aquella esquina moderna sonreímos pensando en las pequeñas historias que forman parte de la Historia.

sábado, 8 de septiembre de 2012

COMIENZOS

Por alguna razón no encuentro mi cuaderno con las canciones de la mbira. Quizá lo dejé en Barcelona la última vez que estuve... No sé.

Eso significa que ahora tengo que tocar a la manera tradicional: sin papeles.

Recuerdo las canciones que más he tocado, así que eso no es problema, repito y repito como he hecho siempre. Esta vez sin el apoyo de la hoja escrita. Confiando en mi memoria.

Incluso hago variaciones y juego con el instrumento. Es lo que toca ahora.

Así ha salido Beginners/Comienzos. Esta canción significa empezar una y otra vez. Creo que es una melodía bastante alegre porque eso significa para mí "empezar"; todas las posibilidades abiertas, el mundo por descubrir.


BEGINNERS
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