sábado, 25 de septiembre de 2010

VISITA A LA IZIKO NATIONAL GALLERY

Durante estos días se puede visitar en la Iziko National Gallery una exposición muy interesante de arte africano contemporáneo.

La muestra con el título 1910-2010: From Pierneef to Gugulective exhibe piezas de la colección permanente del museo con obras de coleccionistas privados y de otras entidades. Es una ocasión única para apreciar el trabajo de artistas muy diversos a lo largo de los últimos 100 años.

La influencia que ha tenido el arte africano en las primeras vanguardias europeas es incuestionable, pero la exposición me ha permitido ver la otra cara del espejo: cómo el arte africano ha conocido e interpretado el arte occidental. Desde el impresionismo, fauvismo, cubismo, surrealismo, dadaísmo con pinceladas sueltas, formas geométricas, figuración onírica, objetos encontrados... colores intensos y personajes exóticos (a mis ojos). Pero también el paisaje idílico, los rostros serenos, las perfiles suaves y redondeados de los retratos del renacimiento italiano están aquí presentes.

Mirad este retrato de Abdul pintado en 1942 por Bertram Dumbleton.



La historia de la colonización se ha reflejado en este país, como en otros del continente, en demasiadas cosas injustas y desagradables, pero también en costumbres adoptadas. Me han hecho mucha gracia estas figuritas de cerámica colorista tomando el té a la manera inglesa. La mujer lleva el gorro zulu de la mujer casada.

Tea party, 1993. Bonnie Ntashlintshali



Brancusi tomó mucho de las máscaras negras africanas, también Dumile Feni (1939-1991) se fijó en el trabajo de volúmenes, el perfil geométrico y el acabado suave de los retratos de Brancusi para realizar su espléndida cabeza.



La postmodernidad y el deconstructivismo también hicieron mella por aquí y nos encontramos con esta reintrepretación fantástica de la obra de Vermeer, “Clio, la musa de la Historia”. Los holandeses llegaron al Cabo y crearon un primer asentamiento en 1652, una colonia para aprovisionar a los barcos que hacían la ruta de las Indias Orientales de productos frescos y cítricos. Antes habían llegado los portugueses en 1488 y consta una descripción de los khoi por miembros de la tripulación de Bartolomé Díaz (antes de que Colón llegara a América). Por desgracia para los habitantes de este país, los contactos entre los europeos y los nativos de estas tierras no siempre fueron un abrazo respetuoso y amistoso entre culturas.

Clio, la musa de la Historia 2001. Obra de Helmut Starcke.



No obstante, lo que más me ha gustado de la exposición es la continuación de las formas tradicionales en el arte contemporáneo. Así, por ejemplo, encuentro totalmente fascinantes unas piezas de vestir y de ornamento realizadas por mujeres KwanNdebele.

Los Nndebele son un grupo cuyo origen arranca de los zulúes y se asientan sobre todo en la zona de Natal (al norte del país).

Trabajan con abalorios de colores intensos sobre un fondo básico blanco en el que entrelazan formas geométricas remarcadas con líneas negras intensas.

Aquí tenemos algunas piezas expuestas en vitrinas y una Barbie auténtica vestida como una mujer Ndebele. Absolutamente genial.





En la obra de 1994 de Anna Matshiye podemos ver la misma estética, pero en un trabajo pictórico.



Uno de los periodos más duros y crueles de la historia de Suráfrica ha sido sin duda, la época del Apartheid, desde el año 1948, en el que el Partido Nacional gana las elecciones, hasta el año en el que se liberó a Mandela, en 1990, se aprobaron y se llevaron a cabo leyes y reglamentos absolutamente demenciales para separar a los blancos europeos de los bantúes (negros), indios, asiáticos y mestizos.

El arte contemporáneo que realmente se emancipó de la búsqueda de la belleza y que busca – a veces incluso de manera estrambótica - el impacto y la denuncia social, sirve como una potente reflexión ante el sufrimiento, la injusticia y la lucha de aquellos años.

Me impactaron muchísimas de estas obras, pero cuelgo aquí algunas de ellas.

El hijo de Botha. P.W Botha, conocido como The big Crocodile, fue uno de los últimos presidentes del Apartheid; él estaba convencido de que el sistema se podía perpetuar eternamente.

La pieza es una escultura de metal, la trona de un niño con el hueco para un revolver en la mesita de la papilla.

El hijo de Botha 1981. Gavin Younge



O la obra de Bongi Dhlomo Serving Time (2004),un excelente lienzo informalista que nos traslada a la pared de una celda: la mugre, la suciedad, las muescas en negro que marcan algo, ¿tal vez los días que pasan? ¿los que quedan por salir?



Había también una foto collage de la matanza de Sharpeville. Sharpeville era una una township en la que durante una manifestación en contra del salvoconducto (que los “bantúes” tenían que llevar para moverse por ciertas zonas) la policía cargó contra los manifestantes. En la foto se puede ver el suelo sembrado de muertos y la policía paseando, se lee también el rotulo “Colorea”.

O un lienzo con un paisaje campestre y un hombre negro tumbado al pie de un árbol. La obra se titulaba “Naturaleza muerta”.

La mayoría de estas obras eran una buena patada a los intestinos, pero también un grito tremendo ante la injusticia.

Salí de la sala pensando que el lenguaje del arte contemporáneo es tremendamente efectivo cuando se le da un buen motivo de fondo.

El Pop Art tan grácil y divertido en ocasiones, tan crítico con la sociedad consumista, cobra aquí una fuerza diferente. Para muestra os enseño la obra de Lisa Brice: Qué es una casa sin una mujer armada, 1995. La mujer blanca y rubia, limpia el suelo de casa con un trapo y un cubo al lado, camuflado en el vestido se recorta la forma de un revólver.



Algún día hablaré de otros aspectos que me llaman la atención de este fascinante país, la obsesión por la seguridad, por ejemplo, o por la inseguridad, según se mire. Pero prefiero terminar con una nota esperanzadora, hace veinte años este país estaba gobernado por un régimen injusto y opresivo, hoy puedo ver una sociedad con un gran reto por delante, sin duda quedan muchas cosas por hacer, pero me gusta ver a los niños jugar en el parque delante del cual escribo estas líneas: hay niños blancos y negros, también alguno mestizo. Es el país del arco iris, ayer, 24 de septiembre celebró el Heritage Day, el día del inmenso, rico y variado patrimonio cultural de la Suráfrica de hoy. ¿Cómo será el arte que realicen estos niños? ¿Qué sociedad reflejará?

lunes, 20 de septiembre de 2010

STORY TELLING

¡Nuestra primera sesión de cuentos en toda regla desde que estamos
aquí! Teníamos mucha ilusión puesta en este evento. Ayer, 19 de septiembre en Kommitje a unos 45 km al suroeste de Ciudad del Cabo, se presentaba el libro de fotografías de Neil Rusch con textos de John Parkington.

El libro es un paseo a través del paisaje del Karoo y de los petroglifos bosquimanos. A pesar de que en ocasiones he pensado que es imposible recoger en una sola imagen la inmensidad de ese paisaje y la increíble gama de matices que se observan en las pinturas dependiendo del día, Neil lo consigue y nos transporta a ese lugar mágico donde las piedras cobran vida.



Muy lejos de ese paisaje desértico, en una casa de ensueño al pie de la playa, Jose y yo nos encargamos de que los cuentos de los bosquimanos /xam viajaran en el viento.

Fue precioso contar ante una treintena de personas el mito de la creación del primer Eland, la historia de Luna y de Liebre que explica por qué los humanos morimos o cómo una muchacha se libro por los pelos de ser convertida en rana por !Kwa, la Lluvia.

Luego nos pidieron “uno de leones”, así que Jose nos divirtió con la historia de los dos punteros de la Cruz del Sur que hace mucho tiempo eran los leones Correa y Estera.
Y para terminar un cuento muy viajado por todo África: por qué el cielo está tan lejos.

He aquí algunas imágenes del lugar y de los protagonistas...











Fue extraordinaria la atención que recibimos y con los cuentos dando vueltas aún en nuestro espíritu emprendimos el regreso a nuestra casa en el coche de Tanya y Heinz.

Bordeamos la costa por una carretera llena de curvas, con el sol poniéndose por la izquierda y al llegar a la bahía de Hout Bay hicimos un alto en el camino para dejar que los últimos rayos de sol acariciaran nuestros sueños.



La historia de este día caminó hasta aquí...

miércoles, 15 de septiembre de 2010

COSTA OESTE

Hace unos días que no escribimos porque Jose ha tenido que entregar una colaboración para el catálogo de la exposición Translations, que va sobre el arte rupestre, su relación con el paisaje y también sobre su reproducción en diferentes medios. La exposición será, seguro, muy interesante y hablaremos de ella cuando se inaugure en el mes de noviembre.

Yo he empezado el lunes mis clases de inglés. Voy a una academia bastante chula y céntrica. Lo de céntrica es importante porque aquí no hay autobuses urbanos, así que voy a patita todos los días. Eso supone unos cuarenta minutos ida y otros cuarenta vuelta. La cosa cambiará cuando empiece a coger “los colectivos”, unos minibuses que van recogiendo gente por el camino, pero que tienen unos trayectos preestablecidos. Es decir, tú no puedes cogerlos y decir que te lleven a donde quieras, ellos se mueven del punto A al punto B y tú te apeas donde te pille más cerca de dónde vas. Pero... ¿cómo sabes el trayecto que te conviene y cuales son las rutas de paso? No hay ningún cartel indicador porque ¡todo el mundo lo sabe!

Algunos de estos minibuses están muy bien, pero otros son un poco tartana y además suelen conducir como locos. Estoy recogiendo información sobre rutas de paso y armándome de valor para subirme a uno. Seguro que una vez que los empiece a usar me resultarán muy útiles.

Dicho todo esto paso hablar del fantástico domingo que pasamos con Hugh (ese es el nombre del Poeta que no recordaba el otro día), Rob, Don y Patricia.

Fuimos al West Coast National Park que, como su nombre indica, está en la costa oeste al norte de Ciudad del Cabo.
La primavera es la época más adecuada para visitar ese parque, porque cuando luce el sol miles de flores silvestres abren sus pétalos y cubren la tierra de un montón de colores: naranjas, amarillos, blancos, morados y rosas intensos.

Aquí tenéis algunas imágenes de las flores.

















El agua del Atlántico está muy fría en esta zona, así que nada de bañarte en la playa, ni tan siquiera para mojarte los pies. Pero, eso sí, puedes disfrutar a tope del paisaje. Rocas enormes con musgo y olas rompiendo con fuerza. En algunas zonas el suelo está cubierto de conchas y cáscaras de mejillón. ¡Era como pisar un cuadro de Julian Schnabel! (Esos de los platos rotos)







Hicimos picnic en la playa con humus, falafel, queso, ensalada de garbanzos y, como no, tortilla de patata. Pero lo mejor fue ¡el vino! Me encantan los suráfricanos, nada de beber vino en plan cutre con tu vaso de plástico, ello se llevan sus buenas copas de cristal. Y es verdad, es la mejor manera de disfrutarlo.

A la vuelta paramos en !Khwa ttu, un lugar donde puedes hacer excursiones de un día o quedarte a pasar el fin de semana y aprovechar para acercarte a la cultura bosquimana (o, como dicen aquí, a la cultura de los San).

Nos gustó mucho el lugar y seguro que volveremos. Además, proponen como actividad “escuchar cuentos de los San”, a eso no hay quién se resista...

viernes, 10 de septiembre de 2010

ROSH HASHANA

Antes de ayer celebramos el año nuevo judío en casa de Patricia y Don. Vinieron otros amigos, fuimos en total 9. Bebimos vino sudáfricano en sus distintas variantes (blanco, tinto, champagne) y comimos cosas deliciosas: pollo, patatas en salsa, ensalada, olivas negras, pan con pasas y bizcocho relleno de coco.
Robby bendijo el vino y el pan, pero eso fue lo más tradicional que hicimos. Nada de manzana con miel; eso quedará para otro Rosh hashana.

Después – y esto se lo dedicó a Cath, que es de quién aprendí la historia – me pidieron un cuento y pensé que era una gran ocasión para hablar de la preciosa leyenda judía que explica porque algunas personas nacemos con un hoyuelo en la barbilla.

La cosa se animó y hubo más cuentos. Jose contó una historia de los bosquimanos naro del Kalahari sobre por qué el fuego y el hipopótamo ya no son tan amigos. Y el Poeta recitó a la luz de las velas The Lady of Shalott, entre otros poemas.

Proteas naturales a la luz de las velas...



Velas...



SHANA TOVA (Feliz Año Nuevo Judío).

miércoles, 8 de septiembre de 2010

LAS MONTAÑAS

Justo hoy hace una semana que llegamos a Ciudad del Cabo, y aquí nos quedaremos durante un año, más o menos.

Nuestra pequeño hogar está al pie de Table Mountain, el Monte Mesa. La calle tiene un nombre prometedor “Rincón de la paz”, en afrikaans, entre la montaña llamada Pico del Diablo y Cabeza del León.

Aquí tenéis algunas fotos.

El Pico del Diablo



La Cabeza del León



Y el Monte Mesa



Impresionantes, ¿verdad?

El lugar es realmente tranquilo y hermoso. No creo que pueda nunca acostumbrarme a las espléndidas vistas de las montañas. Hay ratos en que jirones de nubes coronan las cumbres y es como si se tratara de una cascada de agua luchando por bajar al valle; otras veces el sol de la mañana las enciende como si tuvieran fuego en su interior y por la noche se convierten en sombras oscuras recortadas contra el cielo.

Dos días atrás soplaba un viento fuerte que hacía crujir las paredes de la casa. Lo único que parecía inmutable eran las montañas.

Aunque llegamos hace unos días ya hemos tenido la oportunidad de cenar en casa de amigos y... ¡hemos hecho nuestra primera tortilla de patata!!! Ole y ole. Nos salió bastante buena y desde aquí nuestro agradecimiento a nuestras respectivas madres, Julia y Loli, a mi hermana Julia, a Carmen y Harmonia por sus enseñanzas prácticas. ¿Quién dijo que hacer una tortilla es cosa sencilla? Hay que mezclar distintas tradiciones…