domingo, 28 de noviembre de 2010

AMOR Y CELOS

¡Bella ha tenido los cachorritos! En total han sido 8 pequeñines. Son peluditos, marrones, blanditos, cálidos y guapos. Por el momento todo lo que hacen es comer y dormir. Exactamente como bebés.



El nacimiento tuvo lugar hace justo una semana, el domingo por la noche veníamos de ver unas operas (oh, sí, Operas con tema suráfricano, pero no nos gustaron mucho, así que no comment) y estábamos cenando con Tanya, Heinz, Lucy y Kapi, cuando Bella empezó con sus contracciones.

Jose y yo dormimos a pierna suelta, pero Tanya estuvo toda la noche despierta asistiendo al parto. Pensad que alumbrar a 8 cachorros lleva su tiempo...

En fin, toda la semana esto ha sido un desfile de gente viniendo a ver a los cachorritos. La verdad es que están muy cucos.

Pero... la vida tiene su cara oscura, hay alguien que está sufriendo con todo esto porque, sin comerlo ni beberlo, de pronto, ha visto usurpado su lugar en la casa y se siente desplazada, desatendida, literalmente... ¿sola?

Aquí tenéis a Ginger:



Es una hermosa gatita, elegante e independiente, pero con un ligero ataque de celos.

Ginger anda por el jardín y entra a menudo a nuestro hogar (os recuerdo que es la casita adicional a la casa de Tanya y Heinz). Aquí no huele a cachorrito y además no tiene competencia animal. Aunque a veces Jose y yo podamos ser bastante animales... La pobre va buscando una caricia amiga, un mimo. No se trata de comida, sino de afecto exclusivo.

No penséis que en su casa no la quieren. Ok, Bella y los cachorros ocupan ahora un rincón del espacio por el que Ginger era reina y señora: la cocina. ¡Pero tiene un sitio nuevo! ¡Y una mesa de comida nueva! Justo en el porche.

¿Lo véis?



Creo que si Ginger pudiera leer la notita, sabría descifrar el mensaje entre líneas. Aún así, confiamos en su instinto y en el triunfo del Amor.

lunes, 22 de noviembre de 2010

PROJECT PLAYGROUND



Un día en mi escuela de inglés una profesora, que sabe que siempre ando buscando lugares donde llevar mis cuentos, me dio el contacto de una chica brasileña llamada Gloria. "Gloria realiza cursos de fotografía en una township", me dijo. Eso ya de entrada me pareció interesante, así que la llamé y comimos juntas. A los dos días Gloria me presentó a Frida y Frida me habló de su proyecto Playground: http://www.project-playground.org/

Fue como un sueño, el proyecto me pareció precioso. Consiste en ofrecerles a los niños de Langa la oportunidad de jugar y divertirse, de ofrecerles alternativas nuevas y actividades extraescolares en un espacio adecuado y cerca de sus casas.

El problema de las townships es la gran pobreza de muchos de sus habitantes y su condición de guetos de los cuales es difícil salir.

Por suerte hay gente que no se conforma con lo que hay y trata de buscar salidas y de abrir ventanas.

Lo peor no es que la sociedad nos marque límites, lo peor es que a veces esos límites nos los creemos y los interiorizamos.

Project Playground ofrece cursos de música, danza, yoga, fútbol, fotografía a chicos de entre 8 y 18 años. Se trata de ofrecerles actividades y oportunidades que les permitan divertirse, crecer y desarrollarse como individuos.

En la práctica también van muchos niños menores de 8 años, así que también se ha creado un espacio para ellos. Dependiendo del día se hace una actividad diferente, los martes tengo la suerte de compartir con ellos las sonrisas y la vitalidad desbordante de un equipo y de unos niños que siempre me reciben con un entusiasmo absolutamente contagioso.

¿Y qué es lo que hacemos? Pues lo primero es contar un cuento, en inglés y en xhosa. Eso en sí ya es bastante divertido. Luego dibujamos, jugamos o hacemos puzzles.

Vale, parece simple. Es simple. Pero cuando vuelvo a casa siento que mis propios límites me aprietan mucho menos.

En este enlace podéis ver las fotos del taller de Gloria: www.ukonwaba-photoclub.blogspot.com ¡Son fantásticas!

sábado, 13 de noviembre de 2010

INDÓMITO / UNTAMED

Una de las cosas más hermosas que puedes hacer en Ciudad del Cabo es visitar Kirstenbosch, el jardín botánico. Está al pie de la montaña y combina naturaleza ordenada con naturaleza salvaje (la parte que se adentra más hacia la montaña).

Los capetonianos suelen ir allí a hacer picnic, cuando el tiempo lo permite, y es un lugar perfecto para perderse, pasear, leer o echarse una siesta.



Nosotros fuimos el domingo pasado para desayunar, perdernos y ver una exposición fantástica: Untamed. Exploring the lost balance between Humankind and Nature.

En la exposición se pueden ver una selección de obras del escultor suráfricano Dylan Lewis y leer los poemas y reflexiones del poeta, psiquiatra y guía de la naturaleza, Ian McCallum.



Ian McCallum:

Whose permission are we waiting for the enter that “uncertain ground”.

Where the voice of our wild history can be heard?

How long is it going to take to acknowledge that there is indeed a menagerie
Within each of us… a wolf, a hyena, a lyon… a wild man and a wild woman?


¿De quién estamos esperando permiso para entrar en ese “terreno incierto”?

¿Dónde puede ser escuchada la voz de nuestra historia salvaje?

¿Cuánto tardaremos en reconocer que dentro de cada uno de nosotros hay una multitud de animales… lobo, hiena, león… hombre salvaje y mujer salvaje?




We have to stop speaking about the Earth being in need of healing. The Earth does not need healing.

We do. Our task is to rediscover ourselves in Nature. It is an individual choice. And how or where do we begin?

We begin exactly where we are right now, when we look at the world as a mirror, when we discover that our sense of freedom and authenticity is linked to the well being and authenticity of others – and that includes the animals, the trees and the land.


Tenemos que dejar de hablar de que la Tierra necesita curarse. La tierra no necesita curarse.

Nosotros sí. Nuestra tarea es redescubrirnos a nosotros en la Naturaleza. Es una elección individual. ¿Y cómo y dónde empezamos?

Empezamos exactamente donde estamos ahora mismo, cuando miramos al mundo como un espejo, cuando descubrimos que nuestro sentido de la libertad y la autenticidad está unido al bienestar y autenticidad de los otros – y esto incluye a los animales, los árboles y la tierra.


Nosotros no somos seres separados del resto. No somos algo ajeno a la tierra y a los animales. Somos parte de lo mismo.

Eso me recuerda el sentido africano del Ubuntu: el ser humano es persona a través de otras personas.

sábado, 6 de noviembre de 2010

SORRY, BROTHER. SORRY, LADY.



En esta bonita y asombrosa ciudad donde hay montañas majestuosas, tranquilos cafés, alegres restaurantes y calles coloristas, hay también un montón de mendigos y carteristas.

Las dos primeras semanas de estar aquí esto era lo que resultaba más duro para mí. No había manera de caminar por Long Street y no oír “Sorry, lady” o “Sorry, brother” para a continuación ser perseguida por algún mendigo demasiado demacrado, demasiado harapiento y siempre insistente. “Please, please, dame algo para comer”. ¿Cómo negar comida a alguien? A alguien además que es capaz de caminar contigo 500 metros sin parar de suplicar.

Los primeros días Jose y yo acompañamos a una chica a un supermercado y le compramos dodotis, leche y una caja inmensa de cereales.

La gente que conocemos aquí nos insiste en que no hay que darles nada y que no hay que mantener contacto visual con ellos, porque entonces estás atrapado. Incluso los folletos turísticos te dicen que no les des nunca nada y que no te pares.

¿Es posible ignorarlos entonces?

Cada vez que oigo un “Sorry, lady” lastimero miro hacia otro lado… ¿Es eso lo que hay que hacer?

Eso me coloca que una postura que no me gusta nada: la de la indiferencia. Tengo que ser “indiferente”, caminar por la vida con las orejeras puestas. Obviando todo lo que no quiero ver.

Lo peor es que aunque suene duro, no puedes hacer mucho más, eso o te pasas el día soltando dinero…

Otra variante del “Sorry, lady. Sorry, sir” es “¿Te puedo hacer una pregunta”. La pregunta suele ser “¿Me puedes dar algo…?” En fin, no hay manera de salir del paso.

Algunos son más agresivos y adoptan el imperativo: “Dame cinco rands. Cinco rands no es dinero. Es sólo suelto para ti”…

A los carteristas es más difícil pillarlos, pero a algunos se les ve venir. Se te pegan demasiado y sus caras les delatan.

Ciudad del Cabo no es una ciudad mucho más peligrosa que otras en Europa, pero hay cosas que no puedes hacer aquí, que sí hacemos en España, por ejemplo, caminar de noche tú solo por calles alejadas del centro es ir buscando problemas.

Me da pena decirlo, pero es cierto, no hay que darles nada a los mendigos. Si quieres ayudar, lo mejor es dirigirte a alguna organización que trabaje para ayudar a los homeless. No es solo una cuestión de dinero, creo que la mayor parte de ellos, necesitan recuperar la propia dignidad.

Para ilustrar esta entrada tal vez hubiera debido poneros alguna fotografía de los mendigos que veo todos los días: los que están en la esquina de mi calle tomando el sol, los que aprovechan el único semáforo que hay en la carretera para abalanzarse sobre los coches con la mano extendida, los que pasean como fantasmas con bolsas a modo de zapatos en los pies por Long Street…

Los zapatos que veis en la entrada estaban un día abandonados al pie de un árbol y los fotografiamos porque nos pareció muy simbólico. Durante los días siguientes nos los encontramos ahora juntos, ahora desparejados, en distintos lugares entre la acera y la carretera. Se desplazan a base de las patadas que les dan los transeúntes… Eso también nos parece tremendamente simbólico.

martes, 2 de noviembre de 2010

BELLA



Os presentamos a Bella, es la perrita spaniel de Tanya y Heinz. Muchas mañanas de domingo paseamos con ellos y con Bella por la playa.

Aunque no se puede decir que seamos unos enamorados de los animales de compañía, lo cierto es que esta perrita de pelo color caramelo nos tiene robado el corazón. Además ahora ¡está embarazada! y estamos contando los días para poder tener a los puppies y jugar con ellos. Eso ocurrirá, más o menos, hacia el 23 de noviembre.

La gente aquí tiene auténtica pasión por los animales. Hay tiendas de esas de mascotas con todo tipo de cosas para perros y gatos (no he llegado a ver "disfraces" de animales, como en Harrods, pero prefiero no indagar).

Hay un montón de parques y zonas de playa donde la gente lleva a corretear a sus perros. Y a veces pienso que esto es algo así como el paraíso para los amantes de los animales de compañía.

La verdad, Jose sí ha tenido una vez un perro en casa, pero yo nunca, y es bonito cuando llegas y te saluda o cuando se cuela sigilosamente por la puerta y se te planta entre las piernas pidiendo una caricia.