martes, 11 de diciembre de 2012

Revisitando lugares

Nuestras últimas semanas aquí están siendo bastante ajetreadas.

Tuvimos a nuestra amiga Mireia de visita y fue bonito visitar lugares con los ojos del que los ve por primera vez y con los ojos de quién los ha sentido como su casa durante un tiempo.

La mirada siempre es diferente, como lo es la luz y el viento; que ha soplado fuerte estos días.

Me encanta esta foto de Mireia mirando el mar en la Costa Oeste del Cabo. Fuera del encuadre había un grupo de focas tomando el sol.


Y las casetas de colores de St. James, que vimos al caer la tarde después de visitar el Cabo de las Tormentas.


Unos días antes de su regreso a Barcelona nos regalamos un atardecer en condiciones para ver como el sol se ponía en la playa y tras la Cabeza del León.


Con la idea de la partida en mi cabeza todas estos momentos son auténticos regalos. El presente se escurre siempre entre los dedos, pero qué bueno es saborearlo.

lunes, 26 de noviembre de 2012

MADOJAZZ

El viernes pasado fuimos a uno de nuestros locales preferidos en Ciudad del Cabo: el Alma Café. Buena música, buena comida y excelente ambiente.

Tocaba un grupo llamado Madojazz. Son demasiado buenos para no compartirlos.


Madossini Motokali canta y toca varios instrumentos tradicionales Xhosa, entre ellos el arco llamado Mhube, que deriva de los arcos utilizados por los bosquimanos para cazar. ¿Cómo puede producir música? Es casi un milagro. La boca es la que actua de resonador y va variando la vibración golpeando la cuerda del arco. Para escucharla y dejaros embrujar un rato podéis pinchar AQUÍ

Junto a ella está Pedro, the music man. Pedro es directamente genial. Le conocimos hace una semana, aunque habiamos oído hablar mucho de él. Es cuentacuentos y músico. Toca y construye un montón de instrumentos, algunos muy básicos, pero sabe arrancarles la música más extraordinaria. Por ejemplo, ¿os imagináis tocar una flauta sin agujeros? Sí, sí, un simple tubo que curvas y tapas por un lado o por otro: AQUÍ lo tenéis.

En el concierto en el que estuvimos tocaron otros dos músicos: teclado y percusión. La combinación entre instrumentos tradicionales y modernos era tan perfecta como original. De verdad, magníficos.


miércoles, 21 de noviembre de 2012

LESOTHO

Hace tan solo una semana volvimos de Lesotho, pero últimamente llevamos un ajetreo tal que parece que han pasado mil años.

Nos quedan menos de cuatro semanas antes de nuestra partida y por mucho que intentamos no acelerarnos, de hecho vivimos con un pie en Sudáfrica y otro en España.

Me siento acumulando experiencias y sin el tiempo necesario para asimilarlas.

Pero es bonito. Es bonito tener los ojos abiertos y respirar cosas nuevas. Ya llegará el momento de descubrir en nosotros mismos, todas las cosas que hoy experimentamos.

¿Por dónde íbamos? Ah, sí, Lesotho.

Lesotho es un país dentro de un país más grande, que es Sudáfrica. Creo que la mayor parte del territorio es alta montaña. Allí nos fuimos con un grupo de arqueólogos e investigadores a seguir las huellas de Orpen y Qing, un magistrado británico y un bosquimano que en diciembre de 1873, y por avatares del destino, se encontraron en ese paisaje e intercambiaron historias.

Los abrigos que ellos visitaron Sehonghong y Melikane conservan todavía pinturas rupestres, aunque el estado de conservación de las mismas es muy precario, cada día se desvanecen un poco más.





Los basotho son bastante amistosos y en seguida aprendimos a intercambiar saludos:

-Dumela.
-EEEEEIIII

Los niños nos miraban tumbados en las rocas; o se acercaban a preguntarnos qué haciamos mirando las pinturas; o por qué dormíamos en el suelo, como si no tuvieramos camas...


Y todo en medio de un paisaje de quitar el aliento.

Caminando por el techo del mundo.

Otra forma de vida más apegada a la tierra.

Dura, aunque hermosa.






viernes, 9 de noviembre de 2012

La belleza de la herida

Acabamos de volver de un viaje de investigación por Lesotho y pronto os colgaremos algunas imágenes, pero esta entrada va dedicada a dos protagonistas muy especiales: Amigo y Emilu.

Los dos comparten historias de supervivencia y tienen bien visibles en sus cuerpos las señales de su pasado. Pero eso es lo que les hace únicos y hermosos.

Amigo es un chihuahua que vive en medio de un bosque húmedo que a menudo se cubre de niebla.
Es un lugar idílico cerca de Pietermaritzburg, en la provinncia surafricana de KwaZulu-Natal.



No hace mucho, un águila lo aferró (aún conserva las marcas de las garras en el lomo), pero, quién sabe por qué, lo soltó o se le cayó. Tuvo suerte porque alguien lo recogió en el bosque y lo llevó al veterinario. Ahora Amigo vive con nuestro amigo Michael y su familia. Está bien, aunque se asusta con facilidad de los extraños.

Los hijos de Michael le llevaron al colegio y los niños inventaron distintas historias sobre su encuentro con el águila.

Emilu es otro perro rescatado y vive con nuestros amigos John y Cara en Johannesburgo. Como muchos perros en las townships tiene una oreja levantada y otra caída lo que le da un aspecto muy desenfadado. Además, como se puede apreciar con facilidad, le falta un ojo.


También se asusta con relativa facilidad, pero igual que Amigo le planta cara a las dificultades y ladra con valentia desde una prudente distancia. Es bastante cariñosa y le gusta acercarse a ti una vez que ha comprobado que tus intenciones son pacíficas.

Me gustan estos dos animales porque son supervivientes, han sufrido el dolor en sus carnes y eso les ha dejado huella, pero están vivos y disfrutan del día a día: corren, ladran, comen, se dejan acariciar y aman. Son hermosos, a su manera. Frágiles y fuertes al mismo tiempo.

Hay una belleza en las cosas heridas y rotas que las dignifica y las da un profundo sentido vital, una fuerza genuina y una esperanza de futuro.

Emilu me recuerda el trabajo del artista japonés Yoshitomo Nara.

Niñas heridas que miran desafiantes.


Perritos tímidamente coquetos que, aunque lo pretendan, no pasan desapercibidos.


miércoles, 31 de octubre de 2012

Puntos de vista

Un proverbio africano dice: "Hasta que los leones no tengan sus propios narradores, las historias de cacerías de leones siempre glorificaran al cazador".



jueves, 25 de octubre de 2012

Escuchando el paisaje: las Hantam y el Karoo

Hace unos días que hemos regresado del Karoo, pero el sábado nos marchamos de nuevo. Esta vez rumbo a Lesotho, a visitar abrigos rupestres.

El viaje por el Karoo ha sido, como siempre, extraordinario. Jose ha podido recoger un montón de historias y de cuentos. No hemos hecho la ruta que teníamos planeada porque tuvimos un pinchazo que nos hizo alterar los planes. Ya se sabe, tu organizas y la vida te "desorganiza". Pero siempre salen las cosas como tienen que salir.

Visitamos Willinston y Calvinia.

Las Hantam son unas montañas espectaculares. Verlas al ocaso es como contemplar un cuadro abstracto: la pureza de la línea recortada sobre el fondo, el cambio sutil de los colores, la masa de la forma y el vacío del espacio. Para quedarte sin aliento.



Es bonito cuando regresas a un sitio y tienes gente a la que visitar: Magdalena, Klaas, Ouma Sofia o Salman en Brandvlei. Pero también es mágico encontrarte a gente nueva que te abre las puertas de sus casas, y más importante aún, de sus corazones.

El Karoo es una tierra dura: calor y fríos extremos, poca lluvia, difícil cultivar nada. Para mucha gente es una suma de "no-lugares", pero si miras bien es un libro abierto donde aprender que la única manera de sobrevivir es a través de la solidaridad y la ayuda mutua.

La belleza está en los detalles.

El viento habla.

La gente baila, canta, mira, escucha.


Cuenta historias.


Las nubes que anuncian lluvia son una bendición que hace gritar a la tierra sedienta.


Aunque en las charcas y los ríos dicen que vive la Waterslang, la Serpiente del Agua, y hay que tener cuidado porque si le gusta alguién lo atrae para siempre.

También vive un personaje con ojos en los pies que camina andando con las manos.

Y por supuesto está el chacal, que es inteligente y tramposo, y la hiena, que siempre tiene hambre y siempre sale perdiendo.

La vida puede ser simple o complicada, pero todo el mundo tiene su historia. Aunque no esté escrita.



sábado, 6 de octubre de 2012

De nuevo rumbo al Karoo


Del 8 al 21 de octubre estaremos de nuevo viajando por el Karoo, recogiendo historias, escuchando el paisaje y acampando.

En esta ocasión iremos con Magda, una amiga y alumna mía de español que se ha apuntado a la aventura de conducir, traducir del afrikaans al inglés y viajar con nosotros.


Tenemos muchas expectativas, así que os dejo con otra canción tocada con mi mbira que he llamado así:

EXPECTATIONS

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martes, 2 de octubre de 2012

MUTI, TOKOLOSHE Y OTROS ARREGLOS

Muy a menudo cuando te paseas por el centro de Ciudad del Cabo te dan una hojita publicitaria de un sangoma o curandero.

Suele ser algo así:


En la hojita te aseguran que pueden ayudarte con todo tipo de problemas: alargamiento de pene, estrechamiento de vagina (esto me parece sorprendente porque nunca lo había oído), erecciones, embarazos, tratamiento de algunas enfermedades (entre ellas, a menudo, el sida, aunque algunos, al menos, son lo suficientemente honestos como para decir que solo alivian los síntomas, no que lo curan), problemas matrimoniales, atracción de clientes para tu negocio, asuntos judiciales, celos, interpretación de los sueños, lectura de manos, etc. Vamos, es un todo en uno: abogado, médico, psicólogo y futurólogo.

La palabra “muti” suele aparecer casi siempre en estas hojitas volanderas. Significa árbol en zulú, pero se usa con el sentido de “medicina” en general, aunque en ocasiones tiene el sentido implícito de “magia negra”. En el sur de África no se toma a la ligera.

Muti suele ser, en la mayoría de los casos, una mezcla de raíces y hierbas, pero a veces puede incluir otras cosas como minerales o partes del cuerpo humano o animal. Por ejemplo se cree que los cuernos de los rinocerontes tienen el poder de curar muchas enfermedades y además serían afrodisiacos con lo cual son muy apreciados. Eso ha llevado a poner en peligro a estos animales y hay campañas a gran escala para frenar el tráfico ilegal y la caza furtiva.

Con respecto a las partes del cuerpo humano más usadas en el muti están los genitales, pechos, lenguas, dedos, corazones, piel, labios, etc. No forma parte solo de los cuentos tradicionales el hecho de que para que te quedes embarazada te digan que te pongas un cinturón con dedos de niños o penes de hombres.

Muti se usa también con la idea de traer buena suerte o, como en la hojita de arriba, para aportar estabilidad a tu negocio.

También aparece con cierta frecuencia la palabra tokoloshe, que alude a un personaje que no me gustaría encontrarme, pero que me resulta muy simpático.

(Kimberley, septiembre de 2011)

El tokoloshe es originario del sistema de creencias de los pueblos de habla xhosa, pero el término y parte del concepto se ha extendido a otras etnias del sur de África en las que, por otro lado, también creían en seres similares.

El antropólogo W. D. Hammond-Tooke ha llegado a sugerir que el tokoloshe podría, en último término, derivar de /kaggen o Mantis, el embaucador divino de los bosquimanos del sur de África, con el que comparte no pocos rasgos.

En su estudio sobre los pondo, un grupo xhosa que vive en las costas de El Cabo Oriental, la antropológa Monica Wilson dice que el tokoloshe o thikoloshe es un hombre o una mujer pequeñitos, no llega a más allá de la altura de la rodilla de una persona normal. Suelen tener mucho vello y pelo que le sale de las orejas. En el caso del hombre, el pene es tan largo que se lo cuelga alrededor de la espalda y tiene sólo una nalga. Todos los tokoloshe cecean. Viven en las dongas, hondonadas producidas por la erosión, o en las orillas de los ríos, y visten con pieles. Tienen el poder de hacerse invisibles. Solo les ven los adultos que los poseen como "familiares" (es decir los brujos), o los niños. Hay gente que dice que no los ha visto nunca, otros afirman que los vieron de niños y jugaron con ellos en el “veld”, en el campo.

Cuando Monica Wilson, durante una conversación sobre tokoloshes, les dijo a sus informantes pondo que ella, de niña, había tenido amigos imaginarios, sus interlocutores saltaron de alegría y dijeron: "Ahora no puedes decir que te hemos estado contando cuentos, ¡tú misma lo has visto!"

Los tokoloshe son muy traviesos, y te pueden complicar la vida, pero no son realmente peligrosos, salvo cuando los controla un brujo malévolo.

Un tokoloshe te puede cambiar las cosas de sitio, esconderlas o hacer que te caiga una piedra o que te des un golpe. El problema con los tokoloshe es que te pueden “poseer”, y eso no debe de ser agradable ni para ti, ni para los que te rodean. También puedes tener un problema de los gordos si, por la razón que sea, tienes uno viendo en tu casa.

Aunque, claro, es para afrontar estas situaciones para lo que están los doctores cuyos anuncios reproducíamos más arriba.

Cerca de donde vivimos hay una galería de arte que se llama Muti. Siempre está cerrada, pero cambian el escaparate de vez en cuando. Venden cuadros por internet. A Jose y a mí nos da la impresión de que hay algo mágico en ello. En cualquier caso, dado lo vivas que estas creencias están en esta parte del mundo, la elección de nombre para la galería no deja de resultarnos inquietante…


Para más información sobre los tokoloshes y el muti podeis echarle un vistazo al libro de Monica Wilson que citábamos más arriba, Reaction to to Conquest: Effects of Contact with Europeans on the Pondo of South Africa (Ciudad del Cabo: David Philips, 1979) y el artículo de Hammond-Tooke, "Whatever Happened to /Kaggen?: A Note on Khoisan/Cape Nguni Borrowing" (The South African Archaeological Bulletin, vol. 52, 1997, pags. 122-12).



viernes, 28 de septiembre de 2012

REFLEJOS


Tomé esta foto desde el comedor de casa hace una hora. La luna está llena, o casi llena.

¿Verdad que hay conexiones secretas que se desvelan sólo en raros momentos?

martes, 25 de septiembre de 2012

Cosas que pasan cuando cuentas

Ayer, en Sudáfrica, fue jornada festiva: el Heritage day, el día del Patrimonio. Eso significa que durante toda esta semana se celebran muchas actividades culturales y la mayor parte de los museos son gratis.

Nosotros teníamos una sesión de cuentos en el Iziko South-African Museum , que es un museo de historia natural y etnografía.


Vadeando entre historias era el título de nuestra sesión y la idea era ir recorriendo distintas áreas del museo, parándonos ante de determinadas vitrinas para contar cuentos relacionados con su contenido.

La sesión nos tenía muy ilusionados porque contar, por ejemplo, metido entre los huesos enormes de una ballena o delante de una pintura rupestre es algo que ya de por sí motiva bastante.

Ya nos habían advertido además de que ese día el museo se llena de visitantes de todas las edades. Ahora podemos decir que es cierto: aquello parecían las Ramblas y costaba pasar de una sala a otra.

Nos dieron dos micros (no precisamente de última generación), pero uno de ellos no funcionaba. Cosas que pasan… Eso hizo que tuviéramos que ir cambiándonos el micro constantemente. Pero, bah…, pelillos a la mar, ahí estaban nuestros oyentes: niños y adultos de las más diversas procedencias étnicas y culturales, y nadie tenía prisa. Era el momento de escuchar historias, sentados en el suelo y rodeados de vitrinas que encierran, en la mayoría de los casos, objetos de hace mucho tiempo, que con solo mirarlos ya te pasarías horas pensando quién los hizo y para qué…


El problema surgió al pasar a la parte de los animales, al mundo marino, enormes tortugas suspendidas en el aire y encerradas en luces azules y naranjas. Fantástico para dejarnos llevar de la mano de Urasima Taro al palacio de la Princesa del Mar.

Cuando acabé de narrar, pensé que lo mejor era emplazar a la gente en el lugar donde tendría lugar el siguiente cuento: la zona de las focas.

Os juro que las focas antes de ayer estaban en su lugar habitual: encerradas en una vitrina al lado de los enormes huesos de varias ballenas. Sin embargo, y por mucho que miramos… ¡allí no estaban!


En su lugar había una vitrina perfectamente vacía. En realidad la situación es ideal para contar lo que te dé la gana, ¿no? Las posibilidades son ENORMES. Aquello era el regalo del traje del emperador. Lo malo es que nuestros oyentes se desperdigaron siguiendo a un flautista de Hamelín completamente fantasma.

“¿Dónde están las focas, mami?” Me parece estar oyendo todavía.

Nos quedamos con tan solo cuatro oyentes y acabamos sin micros y encerrados, como Jonás, en el vientre de una ballena donde los ruidos exteriores no perturbaban el silencio interior de la bestia. Fue mágico y fue raro. Incluso yo perdí la voz.

Es cierto que nos sentimos desconcertados y que el final de la sesión debió de ser abrupto para la mayoría de la gente. Pero hoy me pregunto si muchos padres con los niños se perdieron en el museo de la mano de las historias, cada uno siguiendo un rastro, sin posibilidad de equivocarse. El narrador se desvanece, pero las historias continúan…

Tal vez, tal vez, alguno incluso pensó que lo habíamos hecho a posta…

miércoles, 19 de septiembre de 2012

INGRID JONKER


Hoy la poetisa sudáfricana Ingrid Jonker hubiera cumplido 79 años. Pero se suicidó ahogándose en el mar cuando tenía tan solo 31 años.

Corría el año 1965 y la Sudáfrica de entonces era muy diferente de la de ahora. Todavía en pleno apartheid, la política de segregación racial hacía que unos pocos tuvieran todos los privilegios sobre una mayoría que, por no tener, no tenía ni siquiera el derecho de moverse de un barrio a otro sin un pase escrito.

Ingrid tenía una personalidad muy compleja y atormentada. Parece que las malas relaciones con su padre la marcaron toda su vida. Pero su poesía es tan poderosa que ha sobrevivido el paso del tiempo. Incluso cuando habla de casos concretos, consigue despegarse del hecho histórico y mirar más allá.

Nelson Mandela leyó uno de sus poemas más famosos "The child is not dead" (Die kind wat doodgeskiet is deur soldate by Nyanga) en la primera apertura democrática del parlamento en mayo de 1994. Como él dijo: Ingrid Jonker, quién escribió en afrikaans, era a la vez afrikaaner y africana.

Este poema lo compuso después de ver, por casualidad, una manifestación en la township de Nyanga donde un grupo de gente reclamaba el derecho a moverse en libertad, sin usar pases, la policía cargó contra los manifestantes y un niño resultó muerto. Ni fue el primer niño, ni sería el último.

Podéis leer el poema en inglés y en castellano, traducido por Jose (que hace además sus pinitos con el afrikaanks), pero os invito también a escuchar la lectura de Mandela pinchando AQUÍ

The child is not dead
The child lifts his fists against his mother
Who shouts Afrika ! shouts the breath
Of freedom and the veld
In the locations of the cordoned heart

The child lifts his fists against his father
in the march of the generations
who shouts Afrika ! shout the breath
of righteousness and blood
in the streets of his embattled pride

The child is not dead not at Langa nor at Nyanga
not at Orlando nor at Sharpeville
nor at the police station at Philippi
where he lies with a bullet through his brain

The child is the dark shadow of the soldiers
on guard with rifles Saracens and batons
the child is present at all assemblies and law-givings
the child peers through the windows of houses and into the hearts of mothers
this child who just wanted to play in the sun at Nyanga is everywhere
the child grown to a man treks through all Africa
the child grown into a giant journeys through the whole world

Without a pass

El niño asesinado por los soldados en Nyanga

El niño no ha muerto
el niño levanta el puño contra su madre
que grita ¡África! grita el olor
a libertad y a brezo
en los emplazamientos del corazón acordonado

El niño levanta el puño contra su padre
en la marcha de las generaciones
que gritan ¡África! gritan el olor
a justicia y a sangre
en las calles de su orgullo armado

El niño no ha muerto
ni en Langa ni en Nyanga
ni en Orlando ni en Sharpeville
ni en la comisaría de Philippi
donde yace con una bala en la cabeza

El niño es la sombra oscura de los soldados
en guardia con fusiles blindados y porras
el niño está presente en todas las asambleas y legislaturas
el niño escruta desde las ventanas de las casas y dentro del corazón de las madres
el niño que sólo quería jugar al sol en Nyanga está en todas partes
el niño hecho hombre recorre toda África
el niño hecho gigante recorre todo el mundo

Sin un pase

viernes, 14 de septiembre de 2012

Wallett's Circus

Hace más de un año que me topé con este anuncio:


Se publico en abril de 1883 en el periódico Diamond Field y anunciaba la llegada de un circo a la ciudad de Kimberley.

El Sr. W.H. Wallett era su propietario y dejaba bien claro en la parte de abajo del anuncio:
"On and after this day Mr. Wallett does not hold himself responsible for any Debts contracted by any member of the Company without a written order. Signed by himself".

Es decir que el Sr. Wallet no se hará cargo de ninguna deuda contraída por un miembro de su compañía a no ser que previamente fuera con una orden escrita. Firmado por sí mismo.

Me hizo mucha gracia la apostilla porque me hizo pensar que igual era frecuente que alguien de su compañía (o fingiendo serlo) se presentara en una tienda, en un bar o en restaurante y a la hora de pagar dijera "le pasan la nota al jefe, que él se hará cargo".

Igual hubiera quedado ahí la cosa, sino no hubiera seguido leyendo las ediciones sucesivas de Diamonds Field. Al cabo de una semana aparece otra noticia y esta vez en la página de sucesos. Tres tipos: Charlie, Jim y Sam entraron en la casa de William John Wallet con la intención de robar. ¿Y qué robaron? ¡Entradas para el circo! Fueron pillados "in fraganti" por el hijo del Sr. Wallet y llevados ante el juez.


Cuando se lo comenté a Jose me dijo que tal vez era una estrategia de marketing para hacerse publicidad. Algo así como pagamos a los ladrones para hacer ver lo valiosas que son nuestras entradas. Tal vez, pero creo que es demasiado sofisticado para el s.XIX. Más bien creo que el circo levantó enormes expectativas en la ciudad de los diamantes.

Las críticas de la época les ponen muy bien (aunque también dicen que la música era mejorable) y el circo debía de ser bastante impresionante: una carpa con capacidad para albergar a 1000 personas.

El tipo de espectáculo estaba basado en números con caballos, acrobacias y pantomimas, que atraían a todo tipo de personas. El Sr. Wallet actuaba como ring-master y entrenador de caballos.

Actuaban cada día y eso significaba una continua renovación de números para seguir manteniendo la atencion del público.

En pocas semanas levantaron bastante revuelo. Coincidieron con elecciones municipales en la ciudad de Kimberly, el cómite electoral de uno de los postulantes, el Sr. G.G.Wolf, les contrató en alguna ocasión como parte de su estrategia para conquistar votantes.


Y durante las semanas siguientes el circo siguió atrayendo a gente: niños de la ciudad que actúan en algunas de las pantomimas, concursos de monta de caballos, boxeo y premios a los espectadores con más ingenio y mejor vestidos.

Hasta que finalmente llegan a las últimas actuaciones durante la semana del 23 de mayo de 1883. Desmontan. Venden buena parte del material en subasta pública y siguen su recorrido por una Sudáfrica muy diferente a la de hoy y que me recuerda un poco al lejano oeste norteamericano.

Buscamos en la actual Kimberley la encrucijada donde se asentó el circo, entre Dutoistpan Road y Currey Street, nada hace imaginar una enorme carpa circense hoy, pero en aquella esquina moderna sonreímos pensando en las pequeñas historias que forman parte de la Historia.

sábado, 8 de septiembre de 2012

COMIENZOS

Por alguna razón no encuentro mi cuaderno con las canciones de la mbira. Quizá lo dejé en Barcelona la última vez que estuve... No sé.

Eso significa que ahora tengo que tocar a la manera tradicional: sin papeles.

Recuerdo las canciones que más he tocado, así que eso no es problema, repito y repito como he hecho siempre. Esta vez sin el apoyo de la hoja escrita. Confiando en mi memoria.

Incluso hago variaciones y juego con el instrumento. Es lo que toca ahora.

Así ha salido Beginners/Comienzos. Esta canción significa empezar una y otra vez. Creo que es una melodía bastante alegre porque eso significa para mí "empezar"; todas las posibilidades abiertas, el mundo por descubrir.


BEGINNERS
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jueves, 30 de agosto de 2012

Stoep Zen

Cuando encuentro un párrafo o una frase de un libro que me gusta doblo un poco la página por arriba o coloco uno de esas pegatinas pequeñitas tipo post-it. A Jose le da por apuntar la referencia en lápiz en la última hoja del libro. En fin... para gustos los colores. El caso es que luego sea fácil encontrar el texto cuando quieres releerlo.

Hace ya unos meses que compramos un libro que guardo lleno de pegatinas y que me gusta hojear. Se llama Stoep Zen de Antony Osler.

"Stoep" es una palabra que en afrikaans significa algo así como "porche".

Se trata de un libro de fotografías acompañadas de reflexiones, pequeñas historias, poemas breves... distribuidas a lo largo de cuatro capítulos que representan las cuatro estaciones del año.

El autor tiene una granja en el desierto del Karoo donde vive con su mujer y sus hijas (auque igual las niñas ahora han crecido y ya no viven allí...). En cualquier caso, el libro habla de su experiencia como practicante zen, abogado, granjero, fotógrafo, padre y sudáfricano.

Por cierto, he encontrado a través de su página de internet: Stoep Zen que organizan retiros de meditación en la granja. ¡Ojalá podamos ir algún día!

Siempre he pensado que el paisaje del Karoo te hace contactar con el cielo y la tierra, con el agua, el aire, el fuego, contigo mismo, de una manera tan directa y sencilla que viajar allí ya es vivir la vida en plan zen: estar en el momento, despertar.

Algún día me gustaría mucho escribir mi propio libro de fotos y reflexiones sobre el Karoo, pero mientras sueño y disfruto el que ha hecho Antony Osler.

Las fotos que cuelgo a continuación son mías, de los distintos viajes que he realizado cuando Jose ha hecho trabajo de campo, pero los textos e historias están sacados del libro de Osler.

"Las nubes van y viene, pero detrás de ellas el cielo es siempre azul."


"Dicen que la primavera es el momento de la renovación. El pájaro de la miel canta en la arboleda. Una garza planea sobre la corriente. No se trata solo de que todo es nuevo, es que lo veo con ojos nuevos. Para mí la primavera es eso, no importa en que época del año estemos."


"Mucho antes del amanecer
espero la salida del sol en el stoep oriental
y me quedo dormido.

Cuando me despierto
el mundo está inundado de luz"



"Cada día el viento del oeste,
cada tarde las nubes altas,
cada noche el anhelo de la lluvia."




"Emma y yo fuimos por la tarde a pasear a la arboleda. Ella se quita los zapatos y juega en el agua, recogiendo las hojas que flotan en el riachuelo. Yo me siento en una roca y empiezo a preocuparme por una cosa o por otra.

- Ei, papi - dice ella - Es porque piensas tanto que nunca ves las hadas en el agua.

¿Quién necesita un maestro en ropas de monje cuando tiene una niña pequeña descalza?"


"Anoche vi la primera golondrina.
Después de seis mil millas sobre la tierra y el mar
rodea el jardín y vuela hacia el establo.
Su nido está todavía allí."


viernes, 24 de agosto de 2012

El poder de las historias


El miércoles pasado tuvimos una de esas sesiones de cuentos mágicas.

The Annex Residency Programme, vinculado a la National Gallery, tiene como residente este mes a un artista español, Emilio Moreno, y nos invitaron a contar en su espacio.

A Jose y a mí se nos ocurrió montar una sesión con las "historias" como protagonistas, meta cuentos que hablan de la narración y de los narradores. Luego hicimos un diálogo abierto donde la gente hiciera preguntas, comentarios, o compartiera algún cuento. Fue algo realmente fascinante.

La gente se sentó en círculo y encendimos el fuego; el de las velas y el de la palabra.



La necesidad de contar está en nosotros, no ya como una segunda piel, sino como la esencia misma del ser húmano. No se puede vivir sin ellas. Ellas son las que nos unen por encima de cualquier diferencia, nos hacen soñar y nos devuelven a la realidad del mundo un poco menos mezquinos.

Algo tan simple como la palabra nos mantiene juntos, en el presente, en la escucha, y al mismo tiempo nos permite volar a territorios inexplorados, que nos atrapan.

El que narra es un mediador, es la historia la que cobra vida, la que hace el evento extraordinario. Es la historia la que transforma el momento.

El poder de la historia es contagioso, es palpable, lo ves en las púpilas dilatadas, en los ojos brillantes, en la sonrisa esbozada, en el gesto entregado. No hay nada comparable a ese momento en el que todo, absolutamente todo, es posible.

Once upon a time... is NOW.

Érase una vez... es AHORA.

Y la gente comparte su entusiasmo, sus intereses, su sorpresa, ¿es tan difícil escucharse? ¡No! Pero se está convirtiendo en algo tan raro que nos sorprende. Eso sí, una vez que descubrimos que la palabra toca, físicamente, no solo metafóricamente, ya somos seres distintos; un poco mejores, espero.


domingo, 12 de agosto de 2012

El luchador

para nuestros amigos Ignasi, Harmonia e Isabel, que también son luchadores




A los que sabéis que a Helena no le hacen mucha gracia los pájaros os extrañará ver a uno como ilustración de esta entrada, así que podéis imaginaros quien la ha escrito.

La foto la tomé yo a finales de junio en el jardín de nuestros anfitriones, Tanya y Heinz, y muestra a un pajarito conocido por estas latitudes como fiskaallaksman (afrikaans) o fiscal shirke (inglés), es decir, alcaudón fiscal. Su nombre científico es Lanius collaris. Como los alcaudones que habitan en el hemisferio norte, esta especie es conocida por su costumbre de empalar a sus presas en ramitas o espinas. De ahí su nombre común en afrikaans e inglés, que alude a la alegría con la que los fiscales del periodo colonial holandés mandaban a los acusados al patíbulo. Las presas del alcaudón fiscal van desde insectos y pájaros de otras especies, a pequeños roedores o incluso serpientes.

No soy un experto observador de aves, pero hace unos meses, durante un paseo por Hermanus, Tanya me señaló un ejemplar de alcaudón y así aprendí a reconocerlo. El ejemplar de la fotografía y su pareja se posan a menudo en los cables eléctricos que vemos desde el ventanal del comedor de nuestro apartamento. Desde el momento en que constaté su identidad, me llamó la atención que el ave se dejara ver sobre todo bajo un cielo encapotado o cuando había llovido hacía muy poco. Imaginé que esto se debía a que entonces el alcaudón podía detectar con más facilidad algunas de sus presas, y no le di más vueltas al asunto, aunque me encantaba, y me sigue encantando, ver desde nuestra ventana al pajarito posado en los cables eléctricos, o en alguno de los árboles del jardín.

El alcaudón, sin embargo, había desatado un mecanismo dentro de mi cerebro, que, sin percatarme de ello, había detectado el potencial de mi observación de los hábitos del pajarito para resolver uno de los muchos enigmas que platean los relatos de los bosquimanos |xam cuyo estudio es el principal motivo por el que Helena y yo estamos aquí.

Debo ahora remitiros a la entrada de este blog que publicamos el 10 de abril de 2011, “La lucha de “≠Kagara y !Haunu”, en la que os hablábamos de nuestras experiencias hacía poco con las tormentas eléctricas del Alto Karoo, y os dábamos el texto completo de un kum (relato) |xam que tiene que ver con dichas tormentas y describe cómo ≠Kagara va al campamento de su cuñado, !Haunu, para llevarse a su hermana, a la que al parecer !Haunu no ha estado tratando muy bien. El narrador describió así a estos personajes:


≠Kagara era un pájaro,

un pajarillo que se parece al alcaudón.

[Era también una persona,

un hombre de la primera humanidad.]


!Haunu era un hombre.

Era la lluvia.

Creo que, probablemente,

era un chamán de la lluvia.

Su nombre se parece al de la mucosidad

que expulsamos al sonarnos la nariz,

la mucosidad dura

que los /xam llaman !hauhaung, sí.


Mientras los hermanos avanzan apresuradamente por la llanura en dirección a su campamento, !Haunu los persigue de forma implacable y, cuando ≠Kagara toca las misteriosas cosas que carga la mujer, y que son propiedad del marido, éste empieza a atacar con rayos a los fugitivos. ≠Kagara se defiende de la misma, y termina por derrotar a su cuñado lanzándole “un rayo negro”. Cuando él y su hermana llegan a su campamento, se frotan el cuerpo con buchu, hierbas aromáticas que, en este caso, sirven a ≠Kagara para purificarse después del homicidio cometido.

Como explicaba en la entrada de abril del año pasado, después de observar varias tormentas eléctricas en el antiguo territorio |xam no me quedó duda del motivo por el que los bosquimanos veían en estos temporales la lucha mítica de los dos cuñados. Pero no terminaba de entender qué pintaba el alcaudón en todo esto.

Gracias a nuestro amigo de esta especie, que nos visita a menudo en jardín, creo que ya lo sé. Los bosquimanos, como todos los pueblos de cazadores y recolectores, son agudos observadores de la conducta de las especies con las que comparten su entorno. Los |xam, sin duda, eran conscientes de que el alcaudón, como ellos, era un cazador capaz de enfrentarse con éxito a animales mucho más grandes que él. Su actividad antes y después de las tormentas pudo muy bien haberles dado la impresión de que el pajarito había luchado contra la Lluvia, y la había derrotado.

Aunque la personalidad mitológica de otros pájaros carniceros que aparecen en los relatos |xam (como el águila negra) los sitúan en el campo de los malos, el hecho de que el alcaudón sea un pájaro pequeño y un cazador implacable contribuyó sin duda a hacer de él un héroe cuyo indomable espíritu de lucha le permite doblegar incluso a un adversario tan temible como la lluvia torrencial, una de las principales némesis de los bosquimanos, que vivían casi permanentemente a la intemperie.