lunes, 27 de febrero de 2012

CUENTOS POPULARES DE ÁFRICA



El viernes pasado fuimos a recoger a correos el último libro de Jose publicado en español: Cuentos populares de África, editado por Siruela.

Hay algo de divertido en el hecho de recibir estos cuentos africanos al pie del Monte Mesa. Son cuentos que nos hacían pensar en África y añorar el corazón del continente negro, allá cuando los leíamos en la vieja Europa, en nuestra casa de Barcelona. Ahora, vienen a nosotros de nuevo, después de meses de trabajo y edición, a nuestra casa, en Sudáfrica.

En las primeras páginas del libro encontramos una foto de nuestro amigo Kapilolo. La tomamos mientras contaba en una fiesta el año pasado.

Y allí está también el viejo Mantis, el dios incompetente de los bosquimanos, al que se le olvidan continuamente las cosas. Y la araña, ya sea llamada Ananse o Yogbo, tejiendo siempre sus trampas. La mujer Elefante asesinada y devorada sin piedad, pero devuelta a la vida por la sabiduría del amor. Magia, viajes, dolor y deseos.

Esto no es una reseña sobre el libro, es un reencuentro con la letra escrita de los cuentos que están vivos para nosotros. Historias que oímos...kulungu, kulungu... que leímos en voz baja o que inventaron el fuego de las hogueras para nosotros.

Hay muchas lecturas previas, horas de recopilación y de selección. Charlas con amigos. Revisiones. Imágenes que vuelven una y otra vez en las horas previas al sueño.

Este es el resultado de muchos meses de trabajo y de muchas personas. Los lectores, afortunadamente, nos ahorramos todo eso y podemos sumergirnos directamente en las oscuras, atractivas y pasionales historias que nos hablan de lugares donde la tierra quema y los animales son personas.

Gracias a todos los que lo habéis hecho posible.

jueves, 16 de febrero de 2012

SACRED ELEPHANT



Hace un par de días fuimos a uno de los teatros que hay en el campus de Hidding, donde trabaja Jose. Son pequeños, pero de lo más acogedores. Este en concreto se llama "Intimate Theatre", para que os hagáis una idea tiene capacidad para unas 50 personas. (Sería ideal para contar cuentos.)

La obra que fuimos a ver es la versión teatralizada de un poema largo: Sacred Elephant escrito por Heathcote Williams.

El actor Jeremy Crutchley bajo la dirección de Geoffrey Hyland hace que el poema cobre vida. Es la voz y las imágenes que encierran los versos.

Nos gustó mucho la sencillez de la puesta en escena, la interpretación y hasta el poster que anunciaba la obra (y cuya foto acompaña esta entrada).

El poema empieza así:

The shape of an African elephant's ear
Is the shape of Africa.

The shape of an Indian elephant's ear
Is the shape of India...


La forma de la oreja de un elefante africano
es la forma de África.

La forma de la oreja de un elefante indio
es la forma de India.

El poema se publicó en un fantástico libro donde los versos se acompañan de fotografías espectaculares. Un placer para la vista.



El elefante estuvo en la tierra mucho antes de que el ser humano fuera una motita en el ojo de Darwin, como nos dice el poeta.

Los hombres admiramos la majestuosidad de este animal. El tamaño del cerebro de una criatura de elefante es cuatro veces más grande que el del ser humano. ¿Será por eso que los elefantes son poseedores de una memoria tan penetrante que no olvida un lugar que ha visitado, un rostro que ha visto?

Y no solo el elefante es grande, también es rápido corriendo y puede nadar durante muchos kilómetros.

Su inmenso cuerpo alberga intensas emociones. Emociones, ¡sí! Llora. Siente celos, orgullo, fidelidad, miedo.

En India uno de los dioses más populares es Ganesh, el sabio. Y se dice que la siguiente rencarnación de Buda no puede ser otra que la de un elefante.

Sin embargo, en las últimas décadas en África se han matado 6 elefantes de cada 10. A los hombres nos gusta el marfil. Lo necesitamos para hacer teclas de pianos, bolas de billar, cajas, joyas, incluso crucifijos.

Además, los elefantes son dañinos porque pisan el terreno cultivado y estropean las carreteras asfaltadas. No entienden de fronteras, ni de verjas.

El elefante es "Primero adorado. Después sacrificado..." Ese parece ser su destino.

Cazado. Perseguido. Encerrado. Exhibido en circos y zoos.

La civilización trae estas cosas...

El final del poema evoca esa historia en la que varios hombres ciegos describen cómo es un elefante. Cada uno toca una parte de un animal, así que quién toca la trompa lo ve como una serpiente, quién toca la pata como un árbol, etc.

Tal vez, si seguimos cargándonos elefantes, rinocerontes, ballenas... dentro de poco no habrá nada que tocar, ni siquiera una fracción de animal y acabaremos como dice Heathcote Williams:

In the story of the blind men,
Each one gave a different description of the elephant,
Dependind upon which part of it he felt.
Now they are to be left
Feeling only each other


En la historia de los hombres ciegos,
cada uno dio una descripción distinta del elefante,
en función de la parte que cada uno palpó.
Ahora se quedan ellos,
palpándose entre sí.

lunes, 13 de febrero de 2012

SAN VALENTÍN

La verdad es que siempre he pensado que el día de "los enamorados" es un poco hortera y comercialoide, pero hace unos días tomé esta foto en la playa y viene que ni pintada para la ocasión.

¡Feliz San Valentín, corazones!

martes, 7 de febrero de 2012

PLACERES VERANIEGOS

Cuando en Europa estáis con los termómetros bajo cero y sin quitaros la bufanda, en este lado del mundo estamos tomando cervecitas heladas mirando el mar. Pero no os preocupéis los que soñáis con el verano: todo llega y vuestra primavera está a la vuelta de la esquina.

Como no hay paraíso perfecto, he de decir que nosotros aquí vamos a la playa, pero no solemos pasar de remojarnos los pies en la orilla. El agua está demasiado fría para estas dos almas del Mediterráneo.
Además, ¡hay tiburones!

El sábado estuvimos paseando de St. James a Kalk Bay, dos pueblecitos costeros, y nos encontramos con una caseta para avistar tiburones y con la señal de bandera roja.

Según la señal que podéis ver aquí, hay cuatro tipos de bandera: la verde, que significa que las condiciones de avistamiento son óptimas -igual eso debe de tranquilizar-; la negra, mala visibilidad; la roja, alerta de tiburones y la blanca, que significa que sonará una alarma porque han visto un tiburón merodeando y es mejor que salgas inmediatamente del agua.



No sé cómo lo veis, pero yo casi prefiero bañarme tranquilamente en la piscina. Al fin y al cabo lo más que me ha mordido a mí en una playa ha sido una medusa; y solo eso fue bastante desagradable.

Otra actividad totalmente veraniega, y libre de tiburones, es ir de picnic. A los sudafricanos les encanta y a nosotros también.

El domingo pasado estuvimos en el De Waal Park, muy cerca de donde vivimos. Cantaban los Gugulethu Tenors, cuatro voces negras bien educadas que lo mismo te cantaban el "O sole mio", que una de Miriam Makeba.



Si queréis oírlos pinchar AQUÍ, merece la pena conocerles.

Estos chicos me emocionan con sus fantásticas voces y su sueño hecho realidad: de la township de Gugulethu a los teatros de opera. ¿Quién dijo "límites"? Además cantan en italiano, español, xhosa, africaans e inglés. Por lo que respecta al italiano y al español, su pronunciación es perfecta.

El parque estaba a rebosar.





Con el Monte Mesa y sentada en la hierba estaba en Sudáfrica, pero si cerraba los ojos mi corazón volaba a mi amada Italia.

Por la noche fuimos a cenar con nuestros amigos Edu y Sbo y celebramos que están esperando el nacimiento de su primer hijo o hija para dentro de unos meses.
Subimos a lo alto del hotel Ritz en Sea Point, tienen un restaurante giratorio con unas vistas estupendas. Tenemos que volver otro día para ver el atardecer desde allí, era ya de noche cuando llegamos. Aún así, contemplamos el reflejo de la luna sobre el mar, la silueta de la montaña recortada contra el cielo y las luces de la ciudad...

jueves, 2 de febrero de 2012

CAMBIOS

Llevamos mucho tiempo sin escribir en el blog, ¿verdad? La mayoría de los que nos conocéis personalmente sabéis que hemos pasado unos momentos difíciles.

En noviembre tuvimos que volver de forma precipitada a España. Mi madre se encontró súbitamente mal y en pocas horas falleció.

Ella fue toda su vida una mujer dulce, trabajadora y generosa. Siempre pensaba más en el bienestar de los demás que en el suyo propio. Yo no puedo imaginarme una madre mejor. ¡Estoy tan orgullosa y agradecida de haberla tenido!

Hay muchas cosas que podría escribir sobre ella y seguramente lo haré, pero cuando tenga mis emociones más calmadas.

El caso es que pasamos del verano al otoño-invierno en unas pocas horas.

Valladolid estaba lluviosa, las calles tapizadas con las hojas de los árboles amarillas, marrones y rojas. Luego vino el frío. Y las nieblas.

Hacía mucho tiempo que no pasaba tantas semanas seguidas en mi ciudad natal y ha habido momentos hermosos.

En esta foto que tomó Jose en el mes de diciembre salimos mi padre y yo desapareciendo en la niebla mientras cruzamos el Puente Colgante.



Y en esta serie podéis ver el Campo Grande cubierto con la capa de hielo que se forma cuando las gotas de niebla cristalizan.









Hace tan solo una semana regresamos de nuevo a Ciudad del Cabo. Ahora estamos en pleno verano y hace calor, aunque sopla a menudo el viejo Doctor del Cabo, a unos 30-40 km/h.

El domingo fuimos de picnic con una amiga a Kirstenbosh y se veía así de bonito.

¿A qué apetece perderse por los caminos umbrosos?





Pero desde ayer por la noche el viento no ha dejado de soplar. Esta tarde costaba caminar de vuelta a casa.

Eso sí, las nubes cubrían la cima del Monte Mesa y parecían querer abrazar a toda la ciudad.