martes, 26 de octubre de 2010

EL CIELO

Igual es porque estamos aquí, o igual es porque nos concedemos el tiempo para ello, pero lo cierto es que en África miramos mucho el cielo.

Los atardeceres son espectaculares. El cielo se tiñe de naranja, morado, azul, en un momento el sol desaparece detrás de la montaña o se sumerge debajo del agua.

Las sombras ganan terreno a la luz, pero durante un momento antes de desaparecer en la oscuridad los perfiles son más nítidos que nunca.

Esta vista es la Cabeza del León, la montaña que tenemos a la izquierda de nuestra casa.



Y estas otras imágenes están tomadas hace unos días, mientras paseábamos por Sea Point con nuestro amigo Vernon.





Pero, por supuesto, el espectáculo no termina con la puesta de sol. A pesar de que en la ciudad es difícil apreciar todas las estrellas que se ven desde el hemisferio sur, el viernes pasado, desde la ventana de nuestro comedor, este era el panorama:



AUUUUUUUUUUUUUUUUUU

viernes, 15 de octubre de 2010

SOÑANDO EN VOZ ALTA

Seguro que más de una vez os ha pasado eso de desear algo, tener un proyecto a punto de salir pero aún sin concretar y no querer expresarlo en voz alta para no gafarlo.

Eso es algo que me pasa a menudo, pero esta vez me voy a arriesgar. Voy a contaros algo que Jose y yo queremos que salga, estamos trabajando en ello y a la espera de respuestas, pero lo vamos a compartir con vosotros porque creemos que nos podéis enviar energías positivas con los hilos de vuestro pensamiento; que para los bosquimanos residen en la garganta... algo muy adecuado cuando se trata de contar historias...

La semana pasada estuvimos en Gugulethu. Es una township cerca de Ciudad del Cabo. Se inauguraba una biblioteca y nuestra amiga Tanya conocía a las personas que impulsan el proyecto.

La biblioteca no es muy grande, pero es muy muy bonita. Nace con la ilusión de crear un espacio para la lectura y el juego, un lugar donde crear y compartir historias.

Es un barrio pobre, donde la mayoría de la población es xhosa. No disponen de muchos recursos materiales, pero os podemos asegurar que les sobran ganas y energías para soñar con un futuro mejor basado en la educación.

Hablamos con las personas involucradas en la biblioteca y pensamos que podríamos contar cuentos allí, en español, en inglés y en xhosa. Bonita idea, ¿no? ¡Por favor, que salga!

También disfrutamos de la comida que prepararon: samosas, bocadillitos y dulces con té.

Las niñas bailaron. Lo hacían muy bien, aunque alguna estaba un poco tímida ante tanta gente mirando...



En nuestro afán por escuchar y compartir cuentos, estamos buscando librerías "interesantes" donde poder ejercer nuestro vicio.

Una de las más bonitas es The Book Lounge. Los sábados por la mañana hacen lecturas de cuentos y disponen de un servicio de cafetería además.

Te sientas en la alfombra y te dejas llevar, como Aladino, a otros mundos jamás imaginados...



Mmm interesante, ¿verdad? También nos gustaría contar aquí.

Y el miércoles de esta semana estuvimos con nuestra amiga y escritora Patricia Schonstein. Tenía una lectura en voz alta en una libreria de Kalk Bay. Un lugar realmente agradable, hace esquina a dos calles y tiene hermosos ventanales desde los que puedes ver el mar.

Después de la lectura de Patricia, otras personas leyeron sus escritos o sus poemas preferidos, y a nosotros nos invitaron, cómo no, a contar un cuento.

Fue hermoso hablar de historias que cobran vida, de ballenas que aparecen cuando menos te lo esperas, del hielo del norte en las tierras del sur.

¡Queremos repetir!

jueves, 7 de octubre de 2010

¡BALLENA A LA VISTA!



Todos los años entre julio y noviembre se dan cita en Hermanus un montón de ballenas francas. Vienen desde el hemisferio norte a los mares más cálidos, en esta época del año, del hemisferio sur para aparearse y reproducirse.

Hermanus es una población pequeñita y muy turística. Está como a unas dos horas de Ciudad del Cabo, puedes ir bordeando la costa por False Bay y regresar por el interior (el trayecto es más corto). En ambos casos el paisaje es muy bonito, así que es recomendable combinar las dos rutas.

Ver ballenas en libertad es bastante espectacular. Imaginaos que una ballena viene a pesar unas 50 toneladas y puede medir entre 14 y 18 metros. ¡Y nadan bastante cerca de la costa! Puedes verlas sin necesidad de subirte a un barco (los barcos se acercan demasiado y eso las molesta).

Uno está ahí, oteando el horizonte, cuando ve elevarse un surtidor de agua: ¡ahí está la ballena! Puedes verla saltar grácil y veloz, tumbarse panza arriba y dejarse mecer por la corriente, sumergirse ladeando la cola, como si saludase…

Los animales humanos que somos nos quedamos pasmados ante la belleza del espectáculo, nos volvemos como niños intentado capturar la imagen en nuestras cámaras, pero lo bonito es sentarse en la roca y simplemente mirar, esperar, ver la aleta que asoma, sonreír y soñar que vuelas, como las gaviotas, hasta la panza de la ballena, que asoma sobre el agua, como una isla.







Para los más despistados hay un pregonero de ballenas que hace sonar una trompeta cada vez que avista una.



El sábado pasado fue un día fresquito y cuando fuimos a tomarnos algo caliente para entonarnos un poco, nos encontramos con este cartel del bar FUSION. Como veis, sirven todo tipo de comidas, incluido “chocolate con churros”. Nos hizo mucha gracia, aunque preferimos algo más autóctono: Bobotie y Smoorsnoek. Eso merece una entrada a parte. Mmmmm ¡qué rico!



A la vuelta, siguiendo la ruta por el interior hasta Ciudad del Cabo, pudimos ver un animal bastante corriente por aquí: una familia de babuinos.



Y antes de caer el sol, el día se cerró con una vista de postal de Ciudad del Cabo en la distancia.

Hasta mañana.

domingo, 3 de octubre de 2010

Waterblommetjies


Florecilla de agua: www.newplant.co.za

A finales de 2007, durante la segunda de nuestras travesías por el antiguo territorio /xam, en el Alto Karoo, le pregunté a Neil Rusch si sabía de alguna especie de planta acuática que pudiera, aunque sólo fuese de forma excepcional, darse en el territorio desértico que entonces estábamos recorriendo.

El motivo de la pregunta es que había estado dándole vueltas al testimonio de Dia!kwain, uno de los colaboradores /xam de Wilhelm Bleek y Lucy Lloyd, en el que hacía referencia a las “flores de la Lluvia”


Nenúfar amarillo: http://plantes-rizieres-guyane.cirad.fr

Madre y los demás solían contarnos que !Khwa, la Lluvia, se lleva a las muchachas que han desatado su cólera. Las muchachas se quedan en la charca a la que !Khwa las lleva.

!Khwa relampaguea y las mata. Su aspecto cambia; las muchachas se transforman en estrellas. Así, madre y los demás no contaban que una muchacha, cuando la Lluvia se la ha llevado, se convierte en algo parecido a una flor que crece en el agua. (Fue la madre de =Kamme-an, /Abbe-ttu, quien hace tiempo le habló a mamá de la flor que crece en el agua. Lo hizo porque le parecía que mamá dudaba de que se convertiría en flor si no temía a !Khwa.)

Quienes no sabemos esto, al verlas allí, en el agua, tan hermosas, pensamos: «Iré a coger las flores que crecen en el agua. Porque son muy bellas». Madre y los demás nos decían que la flor —al ver que íbamos hacia ella— desaparecía en el agua. Nosotros pensábamos: «¿Dónde están las flores que crecían aquí? ¿Por qué ya no las veo en lugar donde estaban?». La flor desaparecía en el agua cuando veía que íbamos hacia ella; dejábamos de verla porque se sumergían.

Por eso madre y los demás nos decían que no teníamos que acercarnos a las flores que vemos crecer en el agua, aunque percibamos su belleza. Porque son muchachas a las que las !Khwa se ha llevado. Parecen flores, porque son las esposas de !Khwa. Las miramos, pero las dejamos estar. Nosotros deberíamos imitarlas y hacer lo mismo. (La niña que creó las estrellas, relato 43)


Cuando leí este testimonio por primera vez, pensé que todo lo que en él se contaba pertenecía al ámbito de lo mitológico, pero de pronto, al recordar la charca de Varkrans (que, por cierto, está en el territorio de Dia!kwain, y que nosotros habíamos visitado el año anterior), caí en la cuenta de que las “flores de la Lluvia” bien podían ser un tipo de nenúfar. El caso es que Neil me contestó que en ese momento sólo le venía a la cabeza un tipo de nenúfar, muy extendido en la zona de El Cabo, que, además, era el ingrediente principal de un tipo de estofado.

“Es un lástima que ahora no sea temporada, porque a Loubie, mi mujer, le sale de maravilla.
Por otro lado, ella es arquitecto de paisajes y entiende bastante de plantas, así que ella podría también ayudarte a identificar la especie. Realmente, tiene sentido que Dia!kwain se estuviera refiriendo a planta real. En este lugar tan árido no se verían nenúfares con frecuencia, pero, como ya sabes, cuando había lluvias excepcionalmente buenas los aguazales se llenaban, y es posible que en algunos casos germinaran semillas de nenúfar traídas por el viento. Se las vería tan de raro en raro, que es natural que los bosquimanos las consideraran algo realmente sobrenatural”.

Unos días más tarde, durante una agradable fiesta de despedida en casa de Tanya Barben, Loubie me iluminó sobre el tema y puso a mi disposición varios libros sabios sobre plantas surafricanas, a partir de los cuales llegué a la conclusión de que, entre las varias candidatas a considerar, había dos especies que podían corresponder a las “flores que crecen en el agua” a las que se refiere Dia!kwain. Una de ellas es el nenúfar amarillo pequeño (Nymphoides thunbergiana), cuya área de distribución va desde el sur de El Cabo hasta Zambia.

La otra especie, Aponogeton distachyos, es conocida en afrikaans como waterblommetjie o wateruintjie, y se da sobre todo en la parte sudoeste de El Cabo. Es esta la especie que, como Neil me dijo en su momento, y me recordó Loubie al hablar del tema, tiene un extendido uso culinario en la gastronomía de esta parte de Suráfrica. Loubie prometió prepararme el suculento estofado que se preparara con estas “florecillas de agua”, y la oportunidad de hacerlo se presentó el pasado 9 de septiembre, a los pocos días de que llegáramos aquí. Os podemos asegurar que es realmente delicioso.







La temporada de los waterblommetjies, como pudimos averiguar hace unos días por el extraordinario aroma que, irresistible, nos llegaba desde la cocina de Tanya y que, al preguntarle hoy al respecto, resultó emanaba de su versión del susodicho estofado. Ha prometido volver a prepararlo para nosotros y, sí, amigos, ¡le hemos tomado la palabra!

viernes, 1 de octubre de 2010

A WORD OF ART

El miércoles pasado estuvimos en una subasta bastante especial. Me gustó mucho la idea, así que la lanzo por aquí para que “alguien” tome nota y la haga suya.

La propuesta se llama A WORD OF ART jugando con la idea WORD/WORLD .



Los estudiantes de Bellas Artes de la UCT (Universidad de Cape Town) decidieron hacer una subasta para recaudar fondos con los que poder editarse un catálogo.
Todos los que de un modo u otro nos hemos aproximado al mundo de las exposiciones sabemos la importancia que tiene tener una publicación con tu obra porque… “la expo pasa, pero los catálogos quedan”.

Pues bien, escogieron una garito en Woodstock (un barrio de Cape Town) con forma de garaje y local interior. En la entrada con pasillo colocaron alguna sillas, sofás y también alguna mesita para que la gente pudiera sentarse y tomar una copa. Por supuesto, montaron una pequeña barra con servicio de bar: cerveza, vino, algún refresco… que vendían a bastante buen precio: copa de vino 10 rands (más o menos 1 euro).



En el local interior estaba montada la expo y una gran mesa con comida (¡la comida era gratis!) La verdad es que tuvimos suerte y cuando llegamos pudimos zamparnos un par de pinchos y dos trozos de brownie de chocolate (por supuesto, me abalancé sin ningún miramiento sobre los más grandes).

La expo estaba bien concebida: había piezas de escultura que colgaban del techo, otras se erguían orgullas en algún rincón, había fotografías, collages, algún lienzo…
La puja por las obras se hacía de la siguiente manera: debajo de cada obra había varios precios desde el mínimo de 200 rands hasta un máximo de 1000 rands (quitar el último cero para pensar en el equivalente en euros), junto al precio, otra columna para el nombre, teléfono de contacto e e.mail. Como en toda subasta, la obra se la llevaba el mejor postor.



El ambientillo estaba bastante animado, como podéis ver en las fotos, y a juzgar por los cartelitos vendieron bastante. Nosotros no compramos nada, en realidad la pasta no nos sobra, pero además lo que nos gustaba ya estaba pillado. De todas formas, me encantó poder mezclarme con los locales.