En Navidad aprendí a hacer paella, así que hemos pasado la fase de invitar a los amigos a tortilla de patata por la de: "¿Hace una paella?" Y estamos teniendo bastante éxito, hay lista de espera...
El viernes pasado tuvimos paella para nueve personas. Nuestro flat no es muy grande, pero nos sentamos con los platos en las rodillas y la olla de la paella al alcance de la mano.
Ese día soplaba bastante viento, ya sabéis que al Cape Doctor le gusta el verano, así que dejamos la ventana abierta y nos dejamos acariciar por él.
Me gusta pensar que fue el viento quién nos empujó a contarnos historias, algunas oídas a otros, otras leídas, las más experimentadas en carne propia.
Lo mejor es que incluso los que dijeron "yo no sé ninguna historia", se contradijeron así mismos cuando se pusieron a narrar...
Laura nos contó que un día estaba con sus amigos pescando en la zona de Natal, al norte de Suráfrica, y se levantó una tormenta. Ella vio cómo se acercaba y les dijo a sus amigos: "Ejem, igual tendríamos que irnos", pero ellos no le hicieron mucho caso.
Un rayo atravesó una de las cañas de pescar y todos cayeron desvanecidos durante un tiempo. Les llevaron al hospital y milagrosamente todos salieron vivos de aquello.
Y Don estaba viajando por la zona del rio Kei, provincia del Cabo del Este, cogio su kayak y se fue rio arriba. Sus antepasados vienen de ahí, así que en un momento determinado decidió bajarse de la canoa, hizo un picnic y al cabo de un rato intentó invocar a sus ancestros.
Pero ¿hoy en día sabemos hacer eso? Todo lo que se le ocurrió fue decir a grito pelado: ¡¡¡¡Llamó a los espíritus de mis antepasados! ¡Llamo a los espíritus de mis antepasados!!!!!
Y de entre la maleza, apareció, de un saltó, un babuino de pelo negro y de tamaño considerable.
"Bueno, tampoco quería remontarme tan atrás", dijo Don.
Los demás nos reímos bastante.
Luego Gaelen contó una vez que hizo acampada con unos amigos en un barranco. Oyó algo así como "si estuvieran despellejando a un bebé".
El sonido venía claramente de la boca del barranco, la única entrada y la única salida posible desde donde estaban ellos situados.
El sonido era tan espantoso que todos pensaron "vamos a morir".
¿Sabéis lo que era? ¡La llamada de un búho! Y en serio, es bastante terrorífica, he encontrado este video en youtube: http://www.youtube.com/watch?v=O64rXyVOrYM&feature=related
Hubo muchas más historias, y esperamos que haya aún más en el futuro, porque el placer de contarlas y compartirlas nos hace sentirnos vivos.
Durante las próximas dos semanas estaremos recorriendo el Alto Karoo en un viaje de investigación. Jose quiere entrevistar a los descendientes de bosquimanos que viven en esa región que antaño era el territorio de los /xam.
Esperamos también poder ver las lluvias del final del verano que //Kabbo describió tan gráficamente en uno de sus testimonios.
En una zona montañosa al este del territorio de //Kabbo esperamos poder visitar una montaña en la que, según el viejo narrador, los !gixa o chamanes /xam "cortaban la lluvia". Que sepamos, será la primera vez que se va a hacer un reconocimiento de este lugar teniendo en cuenta este testimonio.
En unos sitios parecidos a estos, nos quedaremos a escuchar el viento, a ver qué nos cuenta...
Helen!!
ResponderEliminarMe acabo de acordar de vosotros y me he paseado por vuestro blog, que me ha llevado muy lejos teniendo en cuenta que aquí la rutina de siempre se nos come.... ¡Gracias!
Por cierto, a ver si la próxima vez que vengáis me enseñas a hacer paella :-)
Besitos a los dos,
Carla
Hola Carla!
ResponderEliminarCuenta que preparamos la paella en Barna. De todas formas a ver si aprendo a hacer algún plato de aquí y nos lo comemos allí.
Los viajes gastronómicos también son muy interesantes :-)
No trabajes mucho!
Besos
Helena