miércoles, 23 de mayo de 2012

LA LANZA

Estos días se ha montado una buena por aquí y la culpa es de este cuadro:


El título de la obra es The Spear (La Lanza) y, como se puede apreciar facilmente, el estilo copia claramente la propaganda soviética de la época de Lenin o Stalin. Es simple, impacta visualmente (fuertes contrastes de luces y de sombras), un punto de vista en el que el líder queda por encima del "pueblo" y, para rematar, los genitales a la vista subrayan con contundencia el mensaje del artista.

El líder en este caso es el actual presidente de Sudáfrica, Jacob Zuma, casado con cuatro mujeres, acusado de violación (con juicio de por medio, aunque fue absuelto) y bregando continuamente con casos de corrupción dentro de su partido día sí, día no. Esto lo digo porque creo que es importante para entender el trasfondo de la obra.

La pintura no le ha hecho mucha gracia, ni a él, ni a sus seguidores, ya que consideran una falta de respeto mostrar a su presidente exhibiendo sus partes íntimas.

Ha habido protestas en la calle, heridos, artículos en los periódicos y, al final, dos tipos han irrumpido en la Galería de Arte de Johannesburgo donde estaba expuesta la pintura y han puesto una cruz roja y manchas negras en la cara y en "la lanza" para acabar el asunto "con un par de huevos". Eso sí, los tipos han dicho que han actuado por su cuenta y porque se sentían insultados.

La pintura ha acabado así:


El artista, Brett Murray, es sudáfricano también con una amplia y probada trayectoria. Sus obras son bastante críticas y entiendo que suscitan ampollas tratando temas políticos, la herencia del colonialismo, el miedo de los blancos en el continente negro y la forma en que miramos "al otro". Merece la pena darse una vuelta por su web.

Una de sus más famosas esculturas, ubicada en el centro de Ciudad del Cabo, muestra una máscara negra y un montón de Bart Simpsons que parecen haberla colonizado.


No es la primera vez que utiliza ese tipo de iconos pop americanos, en el año 2000 ya utilizó a un Bart con los genitales bastante desarrollados en la obra I love Africa.


Obviamente, juzgar su trabajo bajo el prisma de la estética se queda corto. Se trata de un artista provocador, que busca una reacción y una reflexión con su trabajo. Por supuesto, somos libres de compartir sus opiniones o no.

Entiendo que los seguidores de Zuma y otras muchas personas puedan considerar que The Spear es irrespetuoso por mostrar los genitales al aire. ¿Os imagináis a Rajoy en ese plan? También se montaría. Pero ¿no es mucho peor la asociación con un dictador soviético? Porque esa crítica parece que no ofende mucho, como que se ha pasado por alto. ¿No será un poco preocupante?


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